A partir de hoy, los artistas Sarmen Almond, Funky Maya y Espartaco Martínez llevarán a cabo el proyecto Universidad invisible, cuyo objetivo es conectar con el otro mediante el teatro, la danza y la voz.
A propósito de la propuesta de clases artísticas que se desarrollará en el parque Ángela Peralta (Aristóteles sin número, colonia Polanco), de la Ciudad de México, el bailarín Funky Maya expresó que Universidad invisible “representa un movimiento de colectividad, un universo intangible que da cabida a la imaginación y la recreación del ser.
“En nuestro tiempo surge como un movimiento de resistencia que pretende repensar la manera de creación, de manifestación, de relación. Reflexionamos sobre cómo me relaciono con el otro, cómo convivo con ese mundo tan diverso al propio.”
Se trata de una propuesta interdisciplinaria, de formatos híbridos, que les permitirá compartir con el otro. “Nos brinda una gama de herramientas y opciones, entre las cuales está el universo del hip hop”.
El experto en danza urbana definió al hip hop como un movimiento de resistencia cultural en el cual la misma palabra da un significado preciso. “Hip tiene sus raíces en los hablantes de wolof en Senegal y Gambia, en África occidental, entre las cuales el término significa abrir los ojos o estar atento.
“En el jazz de los años 20 hip era ser alguien que conoce la calle. Del otro lado, hop, en las sociedades afroestadunidenses, se relaciona con el baile, como en la frase ‘ir a hop’, que significa bailar en los calcetines o saltar las 24 horas, bailar toda la noche. Cuando ponemos estos términos en un panorama más filosófico vemos que hip es tener conciencia y hop es movimiento.”
Funky Maya dijo que una de sus ramas pilares es el movimiento del break, que pretende exaltar el espíritu del ser, que llegue a un punto de conexión con su entorno, con el otro y con la comunidad. “Nos da un quebrar del movimiento, un quebrar del ser, un quebrar de la cotidianidad; tomamos la filosofía de los Cinco por Ciento (movimiento de resistencia de las comunidades afroestadunidenses), donde el ocho significa construir y destruir, que nos enseña esa parte del universo en la que para crearnos antes hay que destruirnos; en otras palabras: se muere para renacer”.
El bailarín sostuvo que el hip hop, al ser un movimiento que desde sus orígenes nos enseña la resistencia y la adaptación al entorno, “nos muestra formas de recreación y de adaptación que nos remiten al presente, cómo podemos seguir existiendo dentro de este panorama 2021 y ver otra forma de ver nuestro pasado, presente y futuro”.
El actor y bailarín Espartaco Martínez explicó que la Universidad invisible comenzará actividades con un módulo sobre la conspiración y lo prohibido. “Por eso vamos a la calle, para recuperarla por muchas razones”, añadió.
Como profesores, Espartaco Martínez, Funky Maya y Sarmen Almond no aspiran a formar a grandes profesionales; su intención es que las personas comprendan cómo pueden llegar a ser. “Es como aprender de ti mismo, esta aspiración de curarte y de escucharte”.
El papel de la intuición
En su turno, Sarmen Almond compartió que la Universidad invisible implica conectarse con el otro “por medio de la intuición, del sexto sentido, inefable motor de la creación artística. Un entrenamiento de la sensibilidad. Es accionar el cuerpo-unidad compleja-mente-carne- huesos-emoción. Prepararlo para la creación que se esfuma en escena.
“La Universidad invisible es una alternativa de formación y exploración escénica compuesta por tres ejes: teatro, danza y voz-música”. Añadió que el primer módulo será sobre la conspiración respirar, sonar y equilibrar.
Almond se dedica a la búsqueda constante de las infinitas posibilidades vocales del cuerpo humano como instrumento. “La voz, como bien decía Roy Hart, es el músculo del alma y nos permite reflejar nuestras intenciones, emociones y sensaciones a través de su sonoridad.
Para mayor información sobre las clases, puede enviar un correo a la siguiente dirección electrónica: uninvisiblemx@gmail.com
