Tras el pandémico desplome del producto interno bruto en 2020, tirios y troyanos coinciden en que durante 2021 la economía mexicana –como la global– repuntará de forma sostenida, aunque todo indica que no lo hará en una proporción que alcance a tapar el cráter del año previo. La perspectiva nacional e internacional mejora, pero todo está condicionado a la vacuna contra el Covid-19.
Concretamente para el caso mexicano, el objetivo es aplicar al menos 80 millones de dosis para que el “motor” económico funcione a plenitud, lo que podría registrarse en el segundo trimestre del presente año, de acuerdo con las estimaciones del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, para quien la economía “está operando mejor a lo pronosticado”.
Sin embargo, como lo advierte el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC, del que se toman los siguientes pasajes) 2021 no arrancó de forma robusta. De hecho, “el primer dato oficial del presente año sobre la actividad industrial del país da señales de una lenta recuperación, con un incremento marginal de 0.2 por ciento respecto del mes anterior y un retroceso de 3.7 por ciento en su comparación anual, siendo el de mayor dimensión de los últimos cuatro meses. Adicionalmente, desde que se tiene registro de este indicador, se observa que es el segundo inicio de año con menor impulso, sólo por debajo de la crisis anterior del 2009”.
Cierto es que han mejorado las expectativas de crecimiento económico para México, pero el inicio de 2021 ha sido lento, lo que refuerza la necesidad de implementar una política industrial globalmente productiva, competitiva y de inclusión social, por ser el camino óptimo para empezar a restaurar el potencial del sector, dirigir las inversiones estratégicamente, focalizadas de manera regional con vista nacional para el bienestar social.
La crisis actual empujada por la pandemia continúa mermando al sector industrial del país; su debilidad estructural es notable: los resultados en 27 de los últimos 28 meses son negativos. El comparativo entre sexenios refuerza lo anterior, dentro de los primeros 26 meses se manifiesta que la actual gestión contiene la mayor área de oportunidad con un promedio de -5.7 por ciento. De los cuatro grandes rubros, la construcción continúa siendo el más afectado con una caída anual de 10.5 por ciento, seguido por generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas con -4.8 por ciento, minería (-3.7) y manufacturas (-1), nuevamente todos en rojo, remarcando los 30 meses consecutivos de retrocesos de construcción.
En las industrias manufactureras deben resaltarse dos elementos; el primero, que nueve de sus 21 sectores registran datos positivos; y, segundo, que el sector relacionado a equipo de transporte regresó a terreno negativo. Sin duda alguna, todo lo anterior enfatiza la necesidad de un plan estratégico de gran dimensión para revertir la actual situación; el momento es pertinente y la oportunidad para iniciar el resarcimiento del daño causado por la omisión de maniobras dirigidas a reforzar la industria nacional no debe dejarse pasar. El estímulo cercano a 2 billones de dólares aprobado por el presidente Joe Biden brindará a nuestro vecino del norte la dinámica necesaria para incrementar sus flujos, lo cual pone sobre la mesa una oportunidad para México al ser su principal socio comercial y al tener entrelazados a los sectores industriales de ambos países.
Por otro lado, organismos financieros multilaterales han mejorado sus estimaciones en torno a la economía mexicana. Por ejemplo, el FMI pronostica que en 2021 crecería 4.3 por ciento, mientras que la OCDE prevé 4.5 por ciento ( La Jornada, Dora Villanueva). El Banco de México también calcula un avance de 4.8 por ciento y la Secretaría de Hacienda alrededor de 5 por ciento.
Las rebanadas del pastel
La golpista boliviana Jeanine Áñez está en la cárcel acusada de sedición, terrorismo y conspiración, de tal suerte que por fin podrá dar un uso práctico a la Biblia que tanto presume: en su celda la utilizará como asiento mientras espera que Luis Almagro le lleve algo de comer y un poco de vaselina.