Florencia. Obra maestra de la literatura universal, La divina comedia, de Dante Alighieri (1265-1321), fue escrita en el exilio por el poeta italiano tras haber sido condenado en un juicio injusto, que los juristas se preparan a revisar siete siglos después de su muerte.
El “Poeta Supremo” tuvo que dejar Florencia en enero de 1302 tras un sangriento enfrentamiento entre dos facciones rivales: los Blancos, que exigían que se limitaran los poderes al Papa –a los que pertenecía Dante–, y los Negros, dispuestos a aceptar la influencia del pontífice en los asuntos de la ciudad.
“Nuestro objetivo es determinar, a la luz de nuevos documentos descubiertos, si los veredictos pueden ser revisados, o mejor aún, anulados”, explicó el abogado penalista Alessandro Traversi.
El penalista invitó a un grupo de colegas y magistrados a reconsiderar el caso de Dante Alighieri en el curso de una conferencia programada para el 21 de mayo.
Entre los invitados figuran el conde Sperello di Serego Alighieri, astrónomo que desciende en línea recta de Dante, así como un descendiente de Cante de Gabrielli, el juez “negro” que lo desterró de Florencia, su ciudad natal. A diferencia de sus ilustres antepasados, los dos hombres son amigos.
“Me parece interesante revisar ese caso”, reconoce Antoine de Gabrielli, quien advierte que no pretende alegar, como su antepasado, la culpabilidad de Dante. “No voy a batallar por ello”, asegura el francés.
Para Traversi la revisión judicial es un gesto simbólico fuerte, destinado a borrar la infamia que paradójicamente pesa sobre Dante desde el siglo XIV.
Considerado el padre del idioma italiano, celebrado en universidades y enciclopedias de todo el mundo por una de las obras cumbres de la literatura, en su ciudad “sigue siendo un hombre condenado”.
Hombre de letras, Dante estuvo muy involucrado en la vida política de Florencia. En 1300, fue elegido prior, uno de los nueve miembros del gobierno local, por dos meses. Ese encargo fue la causa de su desgracia.
Cuando los “negros” recuperaron el control de Florencia en 1301 con la ayuda de Carlos de Valois, hermano del rey de Francia, Felipe El Hermoso, y el apoyo del papa Bonifacio VIII, Dante y los otros priores “blancos” fueron juzgados en ausencia, ya que habían tenido que abandonar la ciudad.
Condenado a la hoguera
En enero de 1302, Cante de Gabrielli los declaró culpables de corrupción y apropiación indebida, les dio tres días para pagar una fuerte multa, les prohibió cualquier encargo público y ordenó la confiscación de sus bienes.
En marzo del mismo año, De Gabrielli condenó a Dante y sus colegas a la hoguera si intentaban regresar a Florencia. En 1315, después de que Dante y sus hijos rechazaron la propuesta de amnistía, otro juez lo sentenció a la decapitación.
El poeta sobrevivió vagando de una ciudad a otra. Poco se sabe de su vida privada, pero se habría dedicado a escribir La divina comedia hasta el año de su muerte en 1321.
El exilio es uno de los temas centrales de esa monumental obra, epopeya alegórica en tercetos encadenados, con la que el autor ajusta cuentas: encuentra, por ejemplo, un lugar en el infierno a sus enemigos, entre ellos Bonifacio VIII.
Todos los expertos reconocen que Dante fue víctima de jueces sesgados, aunque Alessandro Barbero, el medievalista más famoso de Italia, lanzó recientemente la idea de que el poeta podría haber sido condenado por abuso de su cargo.
Dante no era corrupto, pero “no es imposible” que aprovechara de su poder para favorecer a sus aliados políticos, afirma Barbero en una biografía.
Alessandro Traversi espera aclarar ese punto y exculpar finalmente al genio florentino. Margherita Cassano, magistrada del Tribunal de Casación, la mayor autoridad judicial de Italia, redactará un informe final al término de la conferencia y las actas serán publicadas en un libro.
Para Serego Alighieri –que no solo heredó el apellido de su antepasado, sino también su famosa nariz aguileña–, la iniciativa es encomiable, pero tardía.
“Dante fue condenado y pasó el resto de su vida en el exilio; nunca regresó a Florencia”, lamentó.
“Cualquier cosa que hagamos por él, no cambiará eso”, agregó.
La conferencia forma parte de los numerosos actos que se llevan a cabo este año en Italia con motivo del 700 aniversario de la muerte de Dante, aunque muchos se han visto empañados por las restricciones derivadas de la pandemia de Covid-19.