Ciudad de México. La tentación de voltear y buscar a la mujer que se escucha en la oscuridad, quien en varias ocasiones susurra al oído, es prácticamente irresistible.
Las sensaciones se multiplican. El público permanece relajado, pero conforme pasan los minutos el miedo a lo desconocido y el temor a lo que no se ve, pero sí se escucha tan cerca de uno, genera por momentos la intención de huir.
Este viaje en el espacio y el tiempo es el que propicia la primera instalación teatral inmersiva Blindness, basada en la novela Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, adaptada por Simon Stephens.
Esta experiencia narrativa, sonora y luminosa, diseñada con distanciamiento social provoca diversas emociones en alrededor de 100 personas, que con cubreboca son sentados, en pareja, en butacas adaptadas con audífonos, las cuales están colocadas al parecer de manera geométrica sobre el escenario del rediseñado Teatro de los Insurgentes.
Cada isla de dos butacas está ubicada a metro y medio de distancia de otros asistentes. En el techo, se observan colgadas barras brillantes de luces blancas que, colocadas a manera de cuadrados, parecen ser una caja, que baja o sube para cubrir a las duplas, quienes escuchan, cada palabra, respiro, pasos, gritos, peleas, suspiros, tropiezos, fuego o hasta un “milagroso” aguacero.
Blindness está protagonizada por Marina de Tavira, quien en off describe la historia que lleva a los asistentes a momentos caóticos, de desesperación o de resiliencia, debido a una pandemia que causa ceguera en la población.
“Si puedes… observa”, se lee en los muros del recinto
Es una situación límite. La oscuridad predomina y la luz blanca es un referente de que algo existe: “Si puedes mirar, observa”, se lee en los muros del recinto.
Antes de iniciar, una voz en off invita a levantar la mano, si se desea salir del montaje, pues la tecnología permite visualizar a todos en la oscuridad. “La duración de la experiencia es de 70 minutos sin intermedio.
Blindness contiene material de alto impacto sonoro y visual, incluyendo periodos prolongados de oscuridad, efectos sonoros reproducidos a alto volumen y cambios bruscos de iluminación.
El impacto auditivo es generado por los diseñadores de sonido Ben y Max Ringham, quienes utilizan el sistema de grabación binaural de manera espectacular.
Por esta razón, en algún momento se escucha al personaje interpretado por Marina de Tavira gritando con ira a la distancia y, en el siguiente, comentando cosas al oído. Los matices en esa voz inundan las conciencias.
Mientras “el diseño envolvente lumínico y atmosférico”, traslada a los espectadores a un viaje en el tiempo y el espacio, para que escuchen, como fieles compañeros de tragedia, a la protagonista, quien tras narrar la propiciado por la pandemia mundial de ceguera, concluye con ánimos esperanzadores, que se emparejan ante las necesidades actuales del mundo.
La instalación teatral inmersiva, es dirigida por Mauricio García Lozano, reproduciendo la puesta original de Londres, bajo la producción de Tina Galindo y Claudio Carrera en sociedad con Diego Luna y Luis Gerardo Méndez.
Blindness fue producida originalmente por el teatro Donmar Warehouse, de Londres. Tras su estreno en ese país en julio pasado, fue presentada en el Koninklijk Theater Carré de Amsterdam y antes de su estreno en Nueva York, Washington y Toronto, el espectáculo llega a la Ciudad de México.
A un año de que se cerraron los teatros para evitar la propagación del virus, esta obra reinicia actividades con un número limitado de asistentes por función, 10 por ciento de aforo del inmueble, que es desinfectado entre funciones con todos los protocolos, tanto el área de asientos y áreas comunes, como los audífonos utilizados por el público en cada función.
Las funciones son viernes a las 18 y 20 horas; sábados a las 16, 18 y 20 horas, y domingos a las 13, 16 y 18 horas.
Los boletos son vendidos principalmente en línea y para parejas, con la finalidad de que que dos personas de un mismo círculo social se sienten juntas.