La falta de reconocimiento de las capacidades de las mujeres y el hecho de que muchas de las actividades que realizan no sean consideradas como trabajo, sino como de apoyo o auxiliares, propicia que las condiciones de desigualdad salarial y brechas de género prevalezcan, señalaron académicas y especialistas laborales.
Mary Goldsmith, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, indicó que existe “una valoración menor de lo que hacen las mujeres por las razones que sea. De antemano, muchas de las actividades que realizan son escasamente consideradas como trabajo, más bien como de ayuda”.
Indicó que cuando una mujer entra al mercado laboral “es poco valorada económicamente” y una vez que ocupa cargos de alto perfil, directivos o gerenciales, “de alguna manera son consideras intrusas en campos (laborales) masculinos”.
Según con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en México 29 por ciento de las mujeres no cuenta con ingresos propios y la diferencia salarial entre hombres y el sector femenino es de alrededor de 23 por ciento. Incluso, advirtió que la pandemia del Covid-19 provocó en el país un retroceso de 10 años en la inserción de las mujeres en la vida laboral.