Portland. Agentes de la policía de Portland hallaron una barreta, martillos, aerosol irritante y armas de fuego tras acorralar a un grupo de cerca de 100 manifestantes ayer.
En un comunicado de prensa, el departamento de policía indicó que los oficiales rodearon a los participantes en la movilización aproximadamente 15 minutos después de que la marcha dio inicio, alrededor de las nueve de la noche del viernes, en el distrito Pearl de la ciudad, porque algunas personas empezaron a quebrar ventanas.
El departamento agregó que advirtió a los manifestantes que el incumplimiento de las órdenes legales podría llevar a arrestos y exposición a gas lacrimógeno, al tiempo que invitó a los periodistas, observadores legales y a la población con problemas de salud a abandonar la zona cercada.
Aquellos que lo hicieron fueron identificados y fotografiados como parte de una investigación, según la policía. Otros unieron sus brazos y se negaron a irse del lugar; los agentes los retiraron escoltados y los arrestaron, entre ellos un sospechoso de un acto previo de vandalismo contra una ventana, indicaron los policías. Además, varios manifestantes confrontaron a la policía, arrojando rocas y latas de cerveza llenas, agregó el departamento. Los agentes respondieron con gas lacrimógeno.
Trece personas enfrentan cargos a raíz de la protesta, incluyendo alteración del orden público, resistirse al arresto e interferir con las acciones de la policía.
Una de ellas, identificada como Katrina Walker, de 26 años y oriunda de Portland, fue acusada de posesión ilegal de un arma de fuego. Otra, Tara Walker, de 34, fue fichada por posesión ilegal de arma de fuego y posesión de arma de fuego cargada en un lugar público, entre otros cargos. De momento se desconoce si guardan parentesco o si cuentan con abogados que puedan hablar en sus nombres.
Portland ha sido escenario de protestas frecuentes, muchas de ellas con choques violentos entre los agentes y los inconformes, desde el asesinato del afroestadounidense George Floyd a manos de la policía en Minneapolis en mayo pasado. Durante el verano hubo más de 100 días de protestas seguidos.
El alcalde Ted Wheeler ha criticado lo que describió como grupo de agitadores violentos que desvirtúan el mensaje de pedir que la policía responda por abusos eventuales y que deberían recibir un castigo más fuerte.