El ciberacoso afecta a 9.4 millones de mujeres en México, 40.3 por ciento son insinuaciones sexuales y 32.8 por ciento es contenido sexual no solicitado. Las edades de las más atacadas en los espacios digitales oscilan entre los 18 y 30 años, establece ONU Mujeres.
En la pandemia, las medidas de cuarentena y las políticas de aislamiento han aumentado el uso de Internet entre 50 y 70 por ciento, ya que se utiliza este recurso para actividades laborales, escolares y sociales, y con ello se elevó el riesgo.
El organismo de la ONU señala en el estudio Violencia contra mujeres y niñas en el espacio digital: lo que es virtual también es real, que la pornografía no consentida involucra una red de personas que van desde la persona que está en la imagen (por lo general, la víctima), el individuo que publica (y a veces registra y almacena) el material sin consentimiento, las personas que observan y que muchas veces comparten ese material, hasta Internet y los sitios de redes sociales que brindan plataformas para compartir estas imágenes, muchas veces sin ofrecer alternativa a las víctimas para bajar el material.
“Las mujeres y las niñas siguen contándose entre las principales víctimas de trata en el mundo y el uso de las redes sociales para acceder a ellas y reclutarlas va en aumento en el contexto de la pandemia de Covid-19”.
En el encuentro Jornadas de Feminismos, con el tema Ley Olimpia y Violencia Digital, organizado por el Tecnológico de Monterrey, Olimpia Coral Melo señaló que “87.2 por ciento de las víctimas de violencia digital somos mujeres, cuyas edades oscilan entre los 12 y los 31 años” y “90 por ciento de los contenidos de las páginas porno son de personas que no dieron su consentimiento”.
Añadió que “desgraciadamente la violencia no daña sólo tu espacio digital, sino también tu espacio en la movilidad, en la privacidad, en la identidad, tu derecho a la libertad en Internet. En suma, tu derecho a la libertad”
Narró que “las mujeres que hemos sufrido este tipo de agresiones dejamos de salir y de ir a la escuela, porque además nos sentimos culpables, porque te dicen: para qué te dejaste grabar”.
La ley inspirada en su caso “aplica para hombres y mujeres”, pero sostuvo que nunca es lo mismo, pues la manera en que lo viven los hombres es diferente”, porque a ellos no se les señala de la misma forma que a las mujeres.
“Con la violencia sexual en Internet, sin siquiera tocarte, violan tu cuerpo, con cada like y cada vez que dan compartir. Todos aquellos que rolan un nude, mandan un pack, suben una foto, son parte y copartícipes” de la agresión a una mujer.
Mientras alguien disfruta viendo esas imágenes, “del otro lado de la pantalla, puede estar alguien, como Julissa Jaqueline, suicidándose con el cable de teléfono de su casa, en el lavabo de su baño. La asesinamos todos con cada like y difusión”.