La pandemia de Covid-19 develó la importancia de la conservación y ante ello se espera un movimiento internacional que, por lo menos en el área comercial, exija que los productos que provengan de sistemas naturales sean utilizados de manera amigable con la biodiversidad, sostuvo José Sarukhán, coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
Habrá una demanda más clara de certificación de los productos, de que no se trafican ni comercializan con daño a ecosistemas, lo que vivimos “es producto de esas disrupciones en el planeta, que nos han hecho vulnerables en la salud”.
Recordó que el tema de cuidado de la salud y biodiversidad comenzó en la década de los 70, “ahora estamos viendo que era una preocupación seria. Nos damos cuenta de ello de manera dramática por los daños” sociales y económicos que se viven. Confió en que la tendencia será un cuidado mayor de las especies y respeto a sistemas ecológicos.
Durante el anuncio virtual de la firma del convenio de colaboración para mejorar el conocimiento, conservación y uso sustentable de la biodiversidad, suscrito entre la Conabio y el Fondo Mundial para la Naturaleza, Jorge Rickards, director de éste, se refirió a que “hemos generado tal desequilibrio, que vivimos las consecuencias económicas y sociales”. Sostuvo que se vive una disminución dramática de especies.
Agregó que el convenio, que se refrenda después de 11 años de trabajo conjunto, permite contar con información de lo qué pasa con la biodiversidad y es la base de cualquier decisión a futuro. Dijo que ya se rebasaron los límites planetarios y se requerirá información que organizaciones como Conabio y WWF pueden generar juntos.