Las mujeres pobres, con rezago educativo y víctimas de violencias previas, fueron uno de los sectores más afectados por la denominada “guerra contra el narco” que desplegó el gobierno de Felipe Calderón, establece el estudio Las mujeres olvidadas de la guerra contra el narco, elaborado por expertos de la organización Asistencia Legal por los Derechos Humanos (Asilegal).
En conferencia de prensa, hablaron de la “tremenda criminalización de la pobreza y de la mujer” que implicó esa estrategia de seguridad. El análisis plantea que “96 por ciento de las mujeres eran jefas de familias al momento de su detención”; “86 por ciento son madres”; “78 por ciento tuvieron a sus hijos entre los 14 y 19 años de edad”, lo que es indicativo de violencia sexual, y “86 por ciento fueron encarceladas por posesión, comercialización de drogas y armas, así como secuestro”.
Yndira Sandoval, coordinadora de Las Constituyentes Mx, aseguró que “en esa guerra contra el narco, las olvidadas y las más perjudicadas y desfavorecidas son las mujeres”.
Abuso de prisión preventiva
Entre otras situaciones, fueron víctimas de “detenciones arbitrarias”, una práctica “permanente, sistematizada y cotidiana” que ocurrió en el contexto de dicha estrategia, y precisó que “la militarización ahora se ha consolidado con una serie de atribuciones constitucionales, y regulada en una serie de leyes secundarias, que en sí ese hecho ya representa violaciones graves a los derechos humanos, en donde siempre las mujeres son las afectadas”. También fueron víctimas del “uso excesivo de la prisión preventiva”.
La periodista independiente Danilea Rea comentó que el análisis “habla del contexto de pobreza en que se decide sacar a los militares a las calles e iniciar una criminalización de la población para poder llenar las cárceles, y con esto justificar el supuesto combate al crimen”.
La investigación muestra que “el tema de la criminalidad de las mujeres mexicanas ha sido altamente ignorado y subsumido en las sombras durante mucho tiempo. En parte porque las mujeres en conflicto con la ley penal siempre han representado un menor número en comparación con los hombres, pero también porque ellos se llevan la atención y es en quienes se enfocan todas las políticas de prevención del delito y de seguridad”.
Recuerda que “la promesa de Felipe Calderón rumbo a las elecciones de julio de 2006 era combatir la pobreza, la desigualdad social y el desempleo, y aunque “la declaración de guerra” fue en 2006, “ésta se fortaleció a partir de la firma en 2008 de la Iniciativa Mérida”.