México es el cuarto productor de envases PET en el mundo, sólo después de Estados Unidos, China y de toda la Unión Europea, al generar 55 millones de piezas cada año, señalaron organizaciones civiles y ambientalistas.
Este material es uno de los distintos plásticos de un solo uso, los cuales, por su composición química, implican riesgos a la salud humana al ser utilizados como envases y contenedores de alimentos y bebidas, advirtieron.
Ornela Garelli, especialista en consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México, indicó que existen “aditivos químicos –como plastificantes, colorantes y fluorados– añadidos a los plásticos para darles las características adecuadas” a los materiales, los cuales pueden liberarse y entrar en contacto con los alimentos.
De esta manera, las personas están expuestas a “químicos tóxicos y microplásticos en todas las etapas del ciclo de vida de los plásticos”, y ello puede ocasionar obesidad, bajo peso al nacer, en el caso de los bebés, desórdenes en el desarrollo del embrión, diabetes, infertilidad y cáncer”, entre otros padecimientos.
Refirió que las personas están consumiendo 70 mil piezas de plástico anuales; se han encontrado microplásticos en alimentos y bebidas que a diario se consumen, como cerveza, miel, azúcar, refrescos y sal de mar, entre otras.
En un foro virtual desarrollado en el marco del Día Mundial de los Derechos de los Consumidores, Garelli destacó que los principales residuos plásticos que llegan a los océanos corresponden a las empresas de la industria de ultraprocesados y bebidas azucaradas que empacan, almacenan, distribuyen y comercializan sus productos, por lo que no sólo “están detrás de las epidemias de obesidad y sobrepeso, sino también de la contaminación”.