Morelia, Mich. Una vez que se extinguió totalmente el fuego en el templo de Santiago Apóstol de la comunidad de Nurío, funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) estuvieron el jueves en esa población purépecha y revisaron el inmueble para que a partir de la próxima semana se inicien los trabajos de reconstrucción, informó el consejo comunal de esta población del municipio de Paracho.
El profesor Manuel Torres, integrante del gobierno comunal, comentó que las autoridades del INAH les informaron que la aseguradora de este bien nacional contratará a la empresa que llevará a cabo la remodelación de la iglesia que se incendió el pasado domingo 7 de marzo.
Comenzarán con obras de apuntalamiento de los muros, por el agua que se esparció el día del incendio. Apuntó que instancias federales y estatales que tienen que ver con el arte y la cultura se comprometieron a brindar su apoyo.
Torres indicó que el templo de Santo Santiago, como lo conoce la gente del pueblo, se comenzó a construir en 1639, y según la fecha impresa en uno de los muros fue concluido en 1677. “Tras el incendio casi quedó nada, los jóvenes de la comunidad lograron sacar entre las llamas la imagen de Santo Santiago y algunas otras reliquias, pero se quemaron pinturas, grabados y otras cosas que tenían cientos de años”.
De las causas que provocaron el incendio se descartó que fuera provocado porque no es fácil subir más de 12 metros de altura al techo del templo, tampoco hay conexiones eléctricas que pudieran haber provocado un corto circuito, y aunque es tiempo de quema de yerba en el campo para la agricultura, las milpas están lejos del pueblo.
“Hay quienes dicen que pudo haber un vidrio que con el sol provocara el fuego, pero ya estaba oscureciendo cuando ocurrió el siniestro. Para la gente de aquí se trató de un castigo divino, porque aquí somos muy religiosos”, explicó.
El jefe de tenencia de Nurío, municipio de Paracho, Demetrio Alejo, comentó que el tempo de Santiago Apóstol había logrado sobrevivir a la lucha agraria de la Revolución Mexicana, así como a la Guerra Cristera. “Nosotros los defendimos y no sufrió ningún daño”.
Nurío fue nombrado caracol del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), incluso esta población fue sede del Tercer Congreso Nacional Indígena y el subcomandante Marcos encabezó la Caravana Zapatista en marzo de 2001. En 2005 esa comunidad decidió en asamblea que establecería un gobierno comunal, tal y como se mantiene a la fecha.