Una máscara masawal del Tipewewe, dueño del monte, convoca poderes chamánicos como una forma simbólica de cambiar de rostro y mirar otros mundos a través del arte contemporáneo en la exposición Kixpatla, con la obra de 41 artistas de comunidades indígenas de América, desde la Amazonia en el sur, hasta Canadá en el norte.
El Antiguo Colegio de San Ildefonso inauguró hace unos días, en un espacio virtual, una muestra con 69 obras instaladas en un micrositio de la página www.sanildefonso.org.mx, así como un recorrido inmersivo de 360 grados por la sala digital del museo para explorar ocho piezas. La máscara de El Tipewewe, que ayuda en la búsqueda del maíz y que forma parte de la danza en el norte de Puebla, es la primera pieza que abre la visita sobre el repensar del mundo a partir de los saberes antiguos.
“Kixpatla” es una palabra en lengua náhuatl que significa cambiar de vista o de rostro. Con este concepto se propone conocer obras emblemáticas de artistas de comunidades indígenas en nuestro continente. El término alude a la capacidad humana para reconocer y entablar relaciones con diversos seres gracias a la empatía. Además, es un acercamiento a la actualidad en la lucha y resistencias de los pueblos originarios.
Natalia Gabayet, una de las seis curadoras de la exposición, expresó: “Era muy importante para nosotros presentar todas estas reflexiones de arte y antropología a partir de un concepto no occidental, que pudiera explicar el cambio de punto de vista a partir de un concepto nativo”.
La idea se relaciona con aprender a observar las experiencias oníricas, la transformación de las cosas, de los espíritus, como hace la capacidad chamánica de los pueblos originarios, y abarcar las materialidades del arte.
Las palabras de poetas contemporáneos en decires y cantos chamánicos en lenguas originarias acompañan la visita, gracias a la instalación sonora El arte de la palabra, que convoca el poder de la oralidad para la transmisión de saberes cotidianos, mitológicos y chamánicos. Así, versos, como los de Natalia Toledo, se reúnen con la sabiduría de María Sabina, por ejemplo, en el audio de 23 minutos que reproduce lenguas wixárika, náayari, mazateca, tseltal, zapoteca y masewal/nahua.
Más que un criterio enmarcado en el arte contemporáneo, el grupo de curadores de Kixpantla: cambiar de vista, cambiar de rostro dio relevancia a una visión antropológica para la construcción de la exposición con 41 artistas, 32 de ellos mexicanos.
Además del montaje virtual, la exhibición se instaló en el antiguo edificio de Justo Sierra 16, en el Centro Histórico, con la esperanza de la pronta apertura.
A la par de la exhibición se desarrolla el seminario Kixpatla: arte y cosmopolítica, en el que investigadores reflexionan sobre la complejidad del arte contemporáneo en comunidades originarias amerindias.
Eduardo Vázquez Martín, coordinador del Colegio de San Ildefonso, afirmó que se busca la presencia de expresiones artísticas que ya no caben en los viejos casilleros del folclor, el arte popular o indígena, pero tampoco se les incluye en el universo del arte contemporáneo, ni se les da espacio en museos y no circula en el mercado.
Durante la inauguración de la muestra, que se transmitió por Facebook y YouTube, Vázquez Martín expresó que no se trata de la perpetuación de los mitos nacionalistas en los que se funda un Estado que no termina de reconocer los derechos de los pueblos, ni de una subordinación racista de la creatividad de unos frente al poder hegemónico.