La alta participación de los jóvenes en los sectores económicos más afectados por la pandemia, impactó de manera negativa en sus niveles de ingreso, acceso a servicios de seguridad social y coberturas ante riesgo de pérdida de empleo, que aunado a la alta incidencia de desempleo, colocó a este sector de la población como uno de los más vulnerables frente a la crisis, afectando sus oportunidades futuras de empleo.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) cerca de 45 por ciento de la población joven ocupada laboraba en los sectores más afectados por el Covid-19 durante 2020, principalmente los dedicados al comercio al por menor, y los de servicios de hotelería y restaurantes, además del de servicios personales y el empleo doméstico, entre otros.
Indicó también que fue uno de los sectores más afectados durante el cierre de empresas o en los ajustes al interior de éstas para enfrentar la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria. Ya en 2018, el porcentaje de jóvenes sin acceso a la seguridad social era alto, con 67.2 por ciento, lo cual representa 10 puntos por arriba del promedio de la población adulta sin dicha seguridad, situación que se agravó el año pasado.
Además, consideró que las condiciones económicas y sociales derivadas de la pandemia tienen un impacto directo en la salud y bienestar mental de la población en general y de los jóvenes en particular. Esto a causa del estrés familiar, el aislamiento social, la interrupción de la educación, el riesgo de violencia doméstica y la incertidumbre en torno al futuro.
Entre las recomendaciones emitidas para atender a este sector, el Coneval propone proveer un ingreso mínimo para los jóvenes que perdieron su empleo a partir de las medidas de confinamiento obligado por el Covid-19, además de generar mecanismos con los sectores privado, público y social que incentiven el reingreso laboral de esta población.