La Cámara de Diputados aprobó ayer en lo general, y preveía avalar esta madrugada en lo particular, la Ley Federal para la Regulación del Cannabis, que permite a los adultos la posesión para el consumo personal de hasta 28 gramos de mariguana y autoriza la producción con fines de autoconsumo.
Además, se legaliza la producción con fines industrial y de investigación, y se regula toda la cadena de producción, distribución y venta, con lo cual la cámara calcula no sólo recaudar anualmente 18 mil 700 millones de pesos por el pago de derechos e impuestos, sino también que se frene el narcomenudeo, el narcotráfico y la delincuencia organizada.
Debido al contenido controvertido de la ley, las bancadas presentaron 306 reservas, pero sólo se aceptaron cuatro: una de Javier Hidalgo Ponce (Morena) para definir el consumo problemático de mariguana y considerar campañas de prevención, así como aumentar las penas por producción con fines de narcotráfico. Otra del PRD para definir que la ley busca el derecho al libre desarrollo de la personalidad, y otra del PRI para que los permisos de producción agrícola sean otorgados por la Secretaría de Agricultura.
Diputados de Morena explicaron que la liberalización del consumo será gradual. Precisaron que es más realista controlar y administrar la producción –mediante permisos– para reducir los daños a las personas.
En una larga discusión, que inició al mediodía, los morenistas celebraron de forma singular la legalización del uso “con fines lúdicos” de la mariguana: mientras Simey Olvera exclamó “¡la mota legal eleva la moral!”, Víctor Mojica Vences sostuvo que “el gran dilema de William Shakespeare fue ‘fumarla o no fumarla’. Frida Khalo llegó a escuchar el color del mundo”. Hirepan Maya de plano forjó y ensalivó su propio churro en la tribuna: “Aquí traigo mi toquecito... mañana me lo fumo”.
Pablo Gómez, vicecoordinador de la bancada, resaltó que la ley representa “un primer gran paso para remontar los años de prohibición producto de los prejuicios y dogmatismos reaccionarios que trajeron violencia, persecución y corrupción y llevaron al aplastamiento de una libertad”.
Es esa libertad “la que se reivindica, especialmente la de los jóvenes, quienes han sido las mayores víctimas de la inicua prohibición. Si ayer se soslayaron derechos, hoy se reconocen libertades. La práctica llevará a otras reformas legislativas, pero al margen de la prohibición”, abundó.
La naturaleza de la ley –que será devuelta al Senado porque la Cámara de Diputados realizó un conjunto de cambios a la minuta de los senadores– configuró un voto dividido entre las bancadas y posturas de rechazo del PAN y del PRI.
El dictamen de las comisiones unidas de Justicia y de Salud fue aprobado en lo general por 316 votos en favor de Morena, PT, PRD, PVEM y MC, mientras 129 legisladores de PAN, PRI y PES votaron en contra. En el tablero se registraron 23 votos en abstención, entre estos seis del PT, ocho de Morena y cinco de MC. Silvestre Reséndiz (Morena) votó en contra y por el PRI, votaron a favor el líder obrero Isaías González Cuevas y el ex secretario de Desarrollo Social, Luis Miranda Nava.
Martha Tagle (MC) expuso que la ley no despenaliza totalmente el consumo y rechazó la figura de permisos, porque “el Estado no se puede meter a nuestras casas a verificar si cumplimos o no con la ley”.
La ley prohíbe conducir cualquier vehículo bajo los efectos de la mariguana, manejar u operar equipo o maquinaria, así como regalar cannabis o sus productos; también impide su venta o sus derivados en máquinas de autoservicio, por correo, teléfono, Internet u otro medio no personal; prohíbe el consumo en áreas de trabajo o en escuelas públicas o privadas, en cualquier nivel de enseñanza, así como la importación de cannabis y derivados.