Sao Paulo. Los hospitales de las principales ciudades de Brasil están superando su capacidad, advirtieron funcionarios de salud, luego de que el país registrara el mayor número de muertes por Covid-19 en el mundo durante la semana pasada, lo que dio paso el jueves a nuevas restricciones en el estado de Sao Paulo.
Las unidades de cuidados intensivos para pacientes de Covid-19 han alcanzado niveles de ocupación críticos por encima del 90% en 15 de 27 capitales estatales, según el centro biomédico Fiocruz.
En Porto Alegre, la ciudad más grande del sur de Brasil, ya no hay unidades de cuidados intensivos libres y la ocupación de camas también llegó al 100% en otras dos capitales de estados, reportó Fiocruz.
El Ministerio de Salud informó el miércoles un récord de 2 mil 286 muertes por Covid-19 en las últimas 24 horas, mientras que las nuevas infecciones aumentaron en 79 mil 876.
Con más de 270 mil decesos, la cifra de muertes de Brasil en el último año solo es superada por Estados Unidos. No obstante, durante la semana pasada, la nación promedió más de mil 600 fallecimientos por día, por encima de la media de mil 400 de Estados Unidos, donde la pandemia está retrocediendo.
Mientras el presidente Jair Bolsonaro desprecia los confinamientos e insta a los brasileños a salir de sus casas, gobernadores y alcaldes tienen problemas para aplicar restricciones y a menudo lidian en vano con una población que parece no perturbarse por la gravedad de la epidemia.
Las dos ciudades más pobladas de Brasil, Sao Paulo y Río de Janeiro, ordenaron medidas más estrictas porque sus hospitales apenas pueden afrontan la segunda ola del coronavirus, impulsada por una variante más contagiosa que emergió en la Amazonía.
Mientras Europa y Estados Unidos aceleran sus programas de vacunaciones y logran reducir los casos graves, el Gobierno federal tuvo un lento comienzo de la inmunización. Solo el 2% de los 210 millones de brasileños han sido inoculados con dos dosis hasta el momento.
En Brasilia, la capital del país, que se encuentra bajo un toque de queda nocturno, las salas de UCI de los hospitales públicos están llenas en un 97% y las privadas en un 99%, lo que obligó a la ciudad a establecer nuevamente hospitales de campaña como lo hizo durante un pico de casos el año pasado.
El jueves, el gobernador de Sao Paulo, João Doria, anunció una "nueva etapa" de restricciones para imponer el distanciamiento social, argumentando que ahora es la única arma contra la propagación del virus.
"Esta es una decisión difícil e impopular. Ningún gobernador quiere detener las actividades económicas en su estado", dijo Doria en un video antes de una conferencia de prensa con más detalles.
El estado de Sao Paulo, hogar de unos 44 millones de personas, actualmente solo permite que las tiendas esenciales, como supermercados y farmacias, reciban compradores.
El secretario de Salud de Sao Paulo dijo que los hospitales en más de la mitad de los municipios del estado están llenos.