Sao Paulo., El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) llamó ayer a sus compatriotas a “no seguir ninguna decisión imbécil” del mandatario, el neofacista Jair Bolsonaro, escéptico de las vacunas y las medidas restrictivas para frenar la pandemia de coronavirus que ya mató a casi 270 mil personas en el país.
Bolsonaro no tardó en replicar. “No faltaron recursos. El gobierno federal hizo su parte” para combatir la enfermedad, aseveró el mandatario en entrevista con CNN Brasil. “Lula inicia su campaña. Y como no tiene nada que mostrar –y esa es una regla del Partido de los Trabajadores (PT)–, su campaña se basa en criticar, mentir y desinformar”, agregó.
En su primera comparecencia pública luego de que un juez del Supremo Tribunal Federal anuló las sentencias condenatorias que tenía por presuntos cargos de corrupción, Lula sostuvo que es “víctima de la mayor mentira judicial en 500 años de historia”, al presentarse como figura de conciliación en un país devastado por la pandemia y la crisis económica.
Se abstuvo de precisar si buscará la presidencia en las elecciones de 2022, aunque se dijo abierto a buscar alianzas con todos los sectores.
“Voy a ser muy claro: sería alguien pequeño si estuviese pensando en 2022 en este momento”, cuando los muertos por la pandemia baten récords con un balance que superó 270 mil, aseveró el fundador del PT.
“Cuando llegue el momento, el PT pensará si tiene que tener candidato o integrar un frente amplio. Pero ahora los líderes de los partidos tienen que discutir de la vacuna, de los salarios”, agregó.
El desastre sanitario de Brasil, el segundo país con más muertos por coronavirus después de Estados Unidos, fue el principal caballo de batalla de su intervención en el Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en la periferia de Sao Paulo.
“Quiero hacer propaganda para que el pueblo brasileño no siga ninguna decisión imbécil del presidente de la República ni del Ministerio de Salud. Vacúnense, vacúnense, porque esa es una de las cosas que pueden librarnos del Covid”, expresó Lula, y agregó que él mismo espera ser vacunado la semana próxima.
El ex mandatario, de 75 años, lamentó que “las muertes se estén naturalizando” en Brasil. Si bien Lula se abstuvo de indicar si asumiría el rol de candidato, dejó claro que tendrá en adelante un papel protagónico y que se dedicará a disipar esos recelos.
“No tengan miedo de mí. Soy radical porque quiero ir a la raíz de los problemas de este país, porque quiero ayudar a construir un mundo justo, más humano (...), donde la mujer no sea repudiada por ser mujer“ y donde “quede abolido el maldito prejuicio racial”, proclamó, al destacar que pretende “conversar con empresarios”.
Añadió que continuará luchando para que se le declare inocente de las acusaciones de corrupción que en 2018 lo llevaron a prisión, donde pasó 18 meses. “He sido víctima de la mayor mentira jurídica contada en 500 años de historia”, declaró.
Un juez de la corte suprema anuló el lunes, por fallas de procedimiento, los juicios y condenas incoados contra Lula en el contexto de la investigación Lava Jato sobre sobornos pagados por constructoras a políticos para obtener contratos en la estatal Petrobras. Pero esa decisión no significó su exculpación, sino la transferencia de las causas a otro tribunal. “Nunca desistiré. La palabra desistir no existe en mi diccionario”, afirmó Lula.