La Habana., Cuba promovió una cartera de negocios para inversionistas extranjeros con proyectos que requieren bajo capital e incluso invitó a los cubanos que residen fuera del país a sumarse, un enfoque novedoso en el estricto marco comercial de la isla.
La directora de Negocios del Ministerio de Comercio Exterior, Katia Alonso, dijo ayer que para este año hay 503 oportunidades para empresarios del mundo dispuestos a operar con la isla por un monto 12 mil millones de dólares, entre los que se cuentan desde grandes iniciativas de ingeniería o energía, hasta pequeños emprendimientos.
Alonso destacó el cambio de enfoque, que significó incorporar negocios no tan voluminosos ni exigentes como los de la cartera de años anteriores, con lo que se da la posibilidad a cubanos residentes en el extranjero de participar.
“La idea es esa: pequeños proyectos que nos vayan resolviendo el problema alimentario y no alimentario”, expresó Alonso. “Pueden ser proyectos hasta de menos de un millón de dólares en que estamos interesados en promover y concretar”.
Aunque la ley no lo rechaza, durante décadas las autoridades cubanas fueron muy celosas en permitir a los empresarios cubanos emigrados llevar sus capitales a la isla bajo la premisa ideológica de ser incompatible con el modelo socialista de la nación.
Además, el grueso de los cubanos emigrados vive en Estados Unidos –muchos protegidos como refugiados–, donde las leyes de las sanciones impuestas por Washington para presionar a La Habana les imponen limitaciones para trasladar su capital. El tema de la inversión de cubanos es sensible tanto en Cuba como en el extranjero.
“Han existido comentarios de que eso (la inversión de cubanos residentes en el extranjero) no se puede, pero eso nunca estuvo prohibido; ahora todo se va concatenando”, expresó Alonso, quien indicó que un punto es que en general los empresarios cubanos en el exterior no tienen tanto capital para invertir.
“Entonces estamos abogando también por proyectos pequeños y son proyectos más a la medida de los cubanos residentes en el exterior, que son personas que tienen pequeñas y medianas empresas”, agregó la funcionaria.
Alonso comentó que países como China permiten a sus nativos que viven fuera reinvertir en su país de origen. Ni la cartera de oportunidades ni la ley de Inversión Extranjera aplica para los ciudadanos cubanos en la isla.
Por su parte, Idalberto Aparicio, subdirector de Negocios, explicó que ya se hizo efectivo un negocio con la inversión de un cubano residente en el extranjero –no de Estados Unidos– con un contrato de administración en el área de producción agrícola, aunque no ofreció más detalles.
No es la primera vez que se logran acercamientos para inversionistas cubanos que viven fuera. En 2016, tras la apertura por parte del ex presidente Barack Obama hacia la isla, el empresario Saúl Berenthal comenzó las negociaciones que luego quedaron paralizadas para instalar una fábrica de tractores de pequeño formato ideales para el agro cubano.
Luego, las presiones de Donald Trump desmotivaron cualquier inversión.
Los trámites se realizan a través de una ventanilla única, explicó la directora de esa oficina inaugurada el año pasado, Anabel Reloba.
Este mecanismo busca hacer frente a una crítica de muchos empresarios en la isla que lamentan la cantidad de trámites burocráticos que exigen las autoridades.
Directivos de empresas suelen además lamentar algunos mecanismos vigentes en las leyes y que a su entender los desestimulan, como la contratación indirecta -que debe realizarse a través de una agencia empleadora estatal cubana- o las dificultades para construir o comprar inmuebles. Reloba aclaró que tales normas siguen vigentes.
Actualmente en la isla operan 280 compañías extranjeras.