Los Ángeles., Doce meses después de que la pandemia de Covid-19 detuviera en seco el deporte de Estados Unidos, las ligas y circuitos profesionales avanzan poco a poco hacia la normalidad intentando absorber un golpe financiero de miles de millones de dólares.
El 11 de marzo de 2020, el comisionado Adam Silver sacudió el mundo deportivo al suspender la temporada de la NBA luego de la confirmación del primer contagio de un jugador, el pívot francés de los Utah Jazz, Rudy Gobert.
La decisión desencadenó un efecto dominó y sólo horas después el beisbol, futbol, golf, hockey sobre hielo y otros deportes siguieron su ejemplo suspendiendo o cancelando torneos.
Prácticamente todas las competencias se fueron reactivando meses después con la necesidad de ajustarse a nuevas realidades en la era Covid y de afrontar enormes pérdidas económicas de las que siguen sin recuperarse.
La NBA, que registró una caída de ingresos estimada en unos mil 200 millones de dólares la pasada temporada, calcula que puede perder otros 4 mil millones en la campaña actual, a la que también tuvo que recortar 10 partidos por equipo para encajar las fechas.
Las Grandes Ligas de beisbol, por su lado, se estima dejaron de ingresar la pasada campaña entre 2 mil 800 y 3 mil millones de dólares.
La vacunación les da esperanzas a los dirigentes de las distintas ligas rumbo a recobrar la normalidad previa. Por ejemplo, los Rangers de Texas de las Grandes Ligas se convertirán en el primer equipo profesional de Estados Unidos en permitir una asistencia de público sin límites en el estadio.