París. Este Barcelona ya no es el de las remontadas épicas. Tampoco Messi, quien falló un penal que pudo cambiar el destino. Al menos no ayer ante el París Saint-Germain y su portero, Keylor Navas, quienes mantuvieron un empate 1-1 en casa, en el duelo de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, pero con la ventaja del 4-1 en la ida para dejar fuera del torneo a los azulgranas. Un dolor de cabeza más para el club catalán para acumular en los últimos tiempos.
Mucho mérito tuvo el desempeño del PSG, en la ida con el deslumbrante Kylian Mbappé y su triplete; en la vuelta, Navas y el blindaje que desplegó para soportar el bombardeo inclemente del Barcelona.
A la media hora del juego de ayer, después de que el Barcelona monopolizara el balón y desperdiciara un sinfín de oportunidades, Mbappé volvió a hacer de las suyas y adelantó a los parisinos con un penal. Pero otro crack, el argentino de los azulgrana, Lionel Messi, empató a los 37 minutos con un bombazo desde una distancia de 25 metros que envió al ángulo izquierdo.
El argentino, seis veces galardonado con el Balón de Oro, sin embargo desperdició un penal al filo del descanso, atajado por Navas. Fue el primer disparo desde el manchón que Messi malogra en la Champions desde 2015. El de Rosario disparó pero el arquero tico estuvo luminoso, atajó la trayectoria y la pelota dio después en el travesaño para alejarse y dejar a los barcelonistas con cara de no creerlo.
En la misma instancia de la Champions hace cuatro años, el Barça perdió 4-0 en París para luego salir triunfante 6-1 en el Camp Nou en una de las mayores remontadas de la historia del torneo.
Neymar y Messi torturaron al PSG esa noche, pero no hubo secuela en esta ocasión. El equipo azulgrana capituló en octavos de la Liga de Campeones por primera vez desde 2007, y ahora lleva siete temporadas sucesivas sin consagrarse en el torneo.
La prematura eliminación de Messi –cuyo contrato con el Barça acaba al final de la temporada– también concretó algo que la máxima competencia de clubes de Europa no había vivido en 16 años. Ni Messi ni Cristiano Ronaldo – cuya Juventus fue eliminada el día previo– estarán en la fase de cuartos.
“Estamos eliminados, que es lo que cuenta en nuestro deporte, pero con buenas sensaciones porque tuvimos posibilidades de ponérselo más complicado a nuestro contrario“, destacó el técnico azulgrana Roland Koeman.
En Budapest, por su parte, el Liverpool de Jürgen Klopp olvidó sus penas en el campeonato local para seguir avanzando en Europa gracias a los goles de sus dos grandes estrellas, el egipcio Mohamed Salah (70) y el senegalés Sadio Mané (74), para vencer 2-0 (4-0 global) al Leipzig.