El bailarín y coreógrafo Raúl Tamez fue invitado a crear una pieza para la Limon Dance Company inspirada en la danza Tonantzintla, obra que Miguel Covarrubias comisionó al propio José Limón (1908-1972), en la que recreó la época colonial del siglo XVII y se estrenó el 30 de marzo de 1951.
“El director artístico de la Limon Dance, Dante Puleio, estaba muy interesado en hacer una obra con un coreógrafo mexicano este año y fue a través de una chica que conocí en Eslovenia, quien le recomendó mi trabajo”, relata Tamez, sobre la oportunidad de colaborar con la compañía que ha logrado preservar y difundir el legado del maestro José Limón.
La obra que podría estrenarse en febrero de 2022 en el Joyce Theater de Nueva York se centrará en temas como la migración, la transculturalidad y la identidad, ya que el coreógrafo tiene libertad creativa y en estos momentos está enfocado en recabar toda la información necesaria para crear una pieza de calidad.
“Tonantzintla es el estímulo, un detonante para desarrollar la obra coreográfica”, explica el Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga en 2016, quien comparte que esa pieza del maestro José Limón abarca temas místicos y religiosos, pero alineados con el sincretismo indígena y el cristianismo.
La obra que fue interpretada por Valentina Castro, Martha Castro, Rocío Sagaón y José Limón refleja el sincretismo de la Iglesia que su creador observó en Puebla y le sirvió de inspiración.
“Lo que rescato de la obra son estos procesos que vivimos en la actualidad de multiculturalidad y transculturalidad, específicamente en el terreno de la relación entre México y Estados Unidos, lo que nos lleva a la migración, al empoderamiento de las minorías en ese país hegemónico y empoderado por el manejo del capital y cómo esas minorías serán parte de una nueva conformación de la sociedad, sobre todo en el caso de Estados Unidos”.
Tamez considera que su propuesta generará muchas reflexiones en torno a la combinación simbólica de cómo hemos sido dominados por el consumo de marcas de ropa y alimentos, y veremos cómo las decisiones que tomamos son en libertad, pero es imposible romper los estándares internacionales.
“El tema de la discriminación es interesante y los avances al respecto, aunque existen rezagos”, explica el coreógrafo y fundador de la Infinita Compañía. Sobre la identidad, Raúl Tamez asegura que en este momento en el país las brechas entre lo oriental y occidental están “muy desdibujadas”.
Al referirse a la obra de José Limón, Tamez sostiene que “es uno de los más grandes precursores de la danza en el mundo y en la historia. Sin él o sin su influencia, la danza sería distinta.
“Su obra coreográfica tiene narrativas muy bien delineadas y dejó un estilo, un legado que sigue vigente en la Limon Dance Company”.
El bailarín y coreógrafo comenzará a trabajar con la agrupación estadunidense durante los meses de julio y agosto de 2021, posteriormente regresará, en enero de 2022, para concluir la pieza cuyo estreno se prevé en el Joyce Theater de Nueva York.