Jerusalén. El principal museo de arte islámico en Israel canceló sus planes de subastar gran cantidad de artículos raros y valiosos tras protestas contra una venta con la que anticipaba recaudar millones de dólares de coleccionistas privados.
En un comunicado, la casa de subastas Sotheby’s indicó que enviaría de regreso 268 objetos de Londres al Museo LA Mayer de Arte Islámico, en Jerusalén.
El acuerdo pone fin a una saga que generó críticas y amenazó con destripar una de las colecciones públicas de arte más preciadas de Israel. Expertos en arte criticaron el intento de venta a coleccionistas privados al decir que se había ocultado al público y que violaba la misión fundamental del museo de instruir al público israelí sobre el mundo del arte islámico.
Como parte del acuerdo, la Colección Al Thani, una fundación de arte creada por la familia que rige el estado petrolero de Qatar en el Golfo Pérsico, “proveerá generosamente un patrocinio anual al Museo LA Mayer de Arte Islámico” durante 10 años, mientras una de las piezas del Museo de Arte Islámico será enviada en préstamo de largo plazo a la galería de la Colección Al Thani en el Hotel de la Marine, en París.
El diario israelí Haaretz aseguró que Sotheby’s recibirá una cuota de cancelación de 2 millones de libras esterlinas (casi 2.8 millones de dólares). Ni Sotheby’s ni el museo proporcionaron detalles sobre la cuota o el financiamiento anual para el museo, aunque la rematadora dijo que “dadas las circunstancias, Sotheby’s redujo sus cuotas de retiro”.
El objeto que irá a París es una jarra de plata del siglo XI intrincadamente decorada, parte de una provisión de artefactos de plata descubiertos a principios del siglo XX cerca de Nivahand, en el noreste de Irán. El objeto fue adquirido a principios del siglo pasado por el coleccionista de arte Ralph Harari, quien más tarde lo vendió a la fundadora del museo, Vera Salomons.
Una inscripción en árabe bajo un friso de animales corriendo en la jarra dice: “Bendición perfecta, salud duradera, felicidad abundante y seguridad general para su dueño”. No era uno de los objetos que iban a subastarse en Sotheby’s.
Israel y Qatar no tienen relaciones diplomáticas formales, pero existen contratos para facilitar la transferencia de cientos de millones de dólares de Qatar en ayuda a la Franja de Gaza dominada por Hamas. Sotheby’s resaltó que había facilitado la cooperación entre el Museo de Arte Islámico y la Colección Al Thani.
El Museo de Arte Islámico y la Fundación Hermann de Stern, que había iniciado la subasta en Sotheby’s, recibieron con beneplácito el acuerdo al considerar que “asegurará la continua operación del museo a través del tiempo”.
La Colección Al Thani señaló que estaba “muy complacida de desempeñar un papel en la supervivencia de una institución singular que favorece de manera significativa a las comunidades a su alrededor”.
Los artefactos de la colección, incluyendo varios objetos centrales y valiosos relojes antiguos, iban a subastarse en octubre. La Fundación Hermann de Stern, un fideicomiso con sede en Liechtenstein que financia gran parte del presupuesto del museo, indicó que la venta estaba dirigida a cubrir el costo de mantenimiento de la institución. Insistió en que tenía el derecho legal de vender los objetos.
La Fundación Hashava, una organización israelí para la prevención del robo de arte, pidió a la Corte Suprema en noviembre que detuviera la subasta. Argumentó que “violaba totalmente” las leyes israelíes que rigen museos y antigüedades, y que ocasionaría un “daño irreversible y una gran pérdida para el público general”.
Meir Heller, fundador de Hashava, manifestó que la organización estaba orgullosa de que la petición “logró su cometido y trajo de vuelta esta rara y valiosa colección a Israel y el público”.