El rezago que ya existía en la donación y trasplantes de órganos se triplicó en el último año a causa de la pandemia de Covid-19 por la suspensión de servicios médicos para otros padecimientos. En la enfermedad renal crónica, tercera causa de muerte en México, el desafío es “enorme”. En 2019 se realizaron 30 por ciento de los trasplantes de riñón que se requerían, pero en 2020 bajaron a 10 por ciento, afirmó Salvador Aburto, director del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra).
En conferencia organizada por Salud Renal en Red Global (Nef) con motivo del Día Mundial del Riñón (11 de marzo), el funcionario dijo que en México no existe un registro de pacientes con falla renal, pero se estima que son más de 200 mil, de los cuales entre 30 mil y 40 mil podrían ser candidatos a un trasplante.
El registro nacional de trasplantes contiene los datos de 23 mil 500 pacientes que requieren algún órgano o tejido, de los cuales 17 mil 300 están en espera de un donante de riñón.
Ricardo Correa, jefe de Nefrología en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, comentó que el principal desafío de la enfermedad renal es que se desarrolla de manera silenciosa, de tal forma que ocho o nueve de cada 10 afectados la desconoce.
Las personas se enteran que tienen el padecimiento cuando ya está en etapas avanzadas y necesitan de la terapia sustitutiva diálisis peritoneal o hemodiálisis.
El especialista advirtió que proporcionar estos tratamientos sigue siendo un reto, pues aunque se decrete la gratuidad de los servicios de salud, se debe contar en los centros de atención con el equipo y el personal médico especializado.
Sobre la decisión del gobierno federal de aumentar la formación de médicos especialistas, Tomás Pascual, presidente del Colegio de Nefrología de México, reconoció ese esfuerzo, ya que en el país solamente hay mil 382 nefrólogos.
Sin embargo, tampoco es fácil porque se requiere que los hospitales cuenten con infraestructura, áreas de patología, diálisis y trasplante, entre otras que son necesarias para la formación de recursos humanos.
Comentó que en la última década los nosocomios con capacidad para recibir a estudiantes de nefrología pasaron de 17 a 30 y el mayor crecimiento ha ocurrido en los pasados dos años.
Esa misma dificultad se debe resolver para garantizar la gratuidad de los servicios médicos porque los pacientes deben tener fácil acceso a hospitales con equipos y doctores especialistas.
Sobre la posibilidad de retomar las actividades de donación y trasplante de órganos, el director del Cenatra comentó que se deberá garantizar la seguridad de los pacientes y el personal de salud para evitar riesgo de contagio de Covid-19, en particular considerar a los trabajadores de hospitales como grupo prioritario para recibir la vacuna contra el coronavirus.