Las instituciones de salud federales y los gobiernos de los estados se harán cargo de las compras de las vacunas del esquema universal, terapias para el VIH, incluida la que previene la transmisión perinatal del virus, debido a que no fueron incluidas en la compra consolidada que realiza la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops).
También comprarán por su cuenta las soluciones para diálisis y materiales de curación que van desde agujas para punción lumbar, antisépticos, catéteres y ropa quirúrgica, entre otros. El problema es que las adquisiciones van contra el tiempo porque los contratos que se ampliaron a principios de año, vencen el 30 de marzo.
El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) informó el pasado 26 de febrero las líneas de acción a seguir por las instituciones participantes en la compra consolidada para asegurar el abasto de medicinas y materiales de curación.
Incluyó siete anexos. El primero contiene las 231 claves que “no fueron susceptibles de carga” en la plataforma Ambiente de Administración de Atenciones en Salud. Ahí están las vacunas contra neumococo, rotavirus, tuberculosis, doble viral (sarampión, rubéola), triple viral (sarampión, rubéola y paperas). También la que previene difteria, tosferina y tétanos, el virus de papiloma humano. También están medicamentos de diferentes especialidades clínicas.
Para Luis Adrián Quiroz, vocal del Consejo Nacional para el Control del VIH/sida por parte de la sociedad civil, es incomprensible que las instituciones tengan que realizar licitaciones para garantizar el abasto de los antirretrovirales.
Recordó que el coordinador de Abasto del Insabi, Adalberto Santaella, ha asegurado que “el proceso de la compra consolidada va bien. Ahora nos enteramos que va muy mal si varios antirretrovirales quedaron fuera del proceso”.
En el segundo anexo del oficio del Insabi –del que La Jornada tiene una copia– están mil 391 claves que sin explicación oficial fueron “excluidas por la Unops” de las adquisiciones. Ahí están productos de diferentes especialidades: anestésicos, analgésicos y tratamientos de siquiatría, aunque la mayoría son materiales de curación.
Las instituciones también fueron informadas que de la “compra expedita” realizada por Unops a finales de 2020, de 262 productos, en 62 por ciento (162 claves), las adjudicaciones no se hicieron o fueron parciales, por lo que se incorporaron a la licitación internacional en curso.
Sobre 48 claves de patente y fuente única, el documento señala que fueron “adjudicadas parcialmente”. Las instituciones deben comprarlas mientras Insabi formaliza los contratos con vigencia de julio a diciembre de 2021.
De las negociaciones con la industria farmacéutica sobre 220 productos de patente y fuente única aún no concluyen, por lo que también se deben adquirir mediante contratos temporales.