Riad. La activista saudita Loujain al Hathloul, en libertad provisional, perdió este miércoles una apelación contra su condena a prisión y contra una serie de prohibiciones como viajar durante cinco años fuera del país, anunció su familia.
Al Hathloul, conocida por una campaña contra la prohibición de conducir para las mujeres sauditas, fue detenida en mayo de 2018 junto a otras activistas, unas semanas antes de que se levantara esa medida.
A finales de diciembre, un tribunal la condenó a cinco años y ocho meses de prisión, en virtud de una ley "antiterrorista", con suspensión de parte de la pena, lo que le permitió salir de prisión en febrero.
Al Hathloul quedó entonces en libertad condicional y tiene prohibido salir de este reino del Golfo durante cinco años.
Este miércoles, "el juez rechazó la apelación y confirmó la condena (…) y la prohibición de viajar durante cinco años", dijo la familia de la activista en un comunicado.
Las autoridades sauditas no comentaron nada por el momento oficialmente sobre la detención, el juicio ni la liberación de la joven.
En uno de sus primeros comentarios públicos desde su detención, la mujer dijo a diplomáticos extranjeros ante el tribunal antiterrorista de Riad que esperaba un cambio de la sentencia.
En un comunicado de prensa, Amnistía Internacional calificó el hecho como una "terrible injusticia".
"El veredicto no es más que la última demostración de la intención de Arabia Saudita de seguir aplastando las formas de disidencia en el interior del país", declaró Lynn Maaluf, subdirectora de Amnistía para Oriente Medio y el norte de África.
"Al no anular la condena de Al Hathloul, las autoridades sauditas demuestran claramente que consideran el activismo pacífico como un delito y a los activistas como traidores o espías".
Sus hermanos, que viven en el extranjero, afirman que a sus padres también se les prohíbe salir del reino, aunque no están acusados de ningún delito.
La familia de Al Hathloul alega que la activista sufrió torturas y acoso sexual durante su detención, lo que ha sido rechazado por un tribunal saudita.
Algunas de las activistas detenidas junto a la mujer siguen encarceladas.
Estas detenciones sacaron a relucir el oscuro historial sobre derechos humanos de esta monarquía absoluta que también enfrentó duras críticas por el brutal asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi en su consulado en Estambul.