Las cuentas incobrables de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) aumentaron 171 por ciento el año pasado. Según datos de la paraestatal, las grandes aerolíneas, otras empresas de mantenimiento y taxis aéreos, así como Petróleos Mexicanos (Pemex) Exploración y Producción, crearon un boquete de 4 mil 361 millones de pesos.
Antes de la crisis sanitaria y económica que prevaleció en 2020, ocho de cada 10 pesos en adeudos incobrables que reportaba ASA eran de Mexicana de Aviación. La aerolínea dejó de volar en 2010 sin que a la fecha se haya resuelto la situación financiera con los trabajadores.
Mexicana, aún pendiente
De mil 609 millones de pesos que la administradora de aeropuertos contaba como incobrables al cierre de 2019, mil 327 millones correspondían a Mexicana, el resto se repartían entre otras empresas, tanto aerolíneas como de otros servicios, algunas que tampoco ya operan como Aero California, Líneas Aéreas Azteca, ATA Airlines y Oceanografía.
El año pasado la aviación fue uno de los sectores más afectados por el cierre de fronteras y la restricción de la movilidad –medidas que se usaron con diferente grado de rigor para disminuir los contagios de Covid-19–; en el caso de las aerolíneas mexicanas obligó a una reestructura financiera en Aeroméxico, al amparo del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, y en Interjet la crisis se sumó a adeudos arrastrados por varios años hasta que el 11 de diciembre pasado dejó de volar.
A los adeudos que ya arrastraba Interjet con el Servicio de Administración Tributaria, Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, proveedores y en el último año también con trabajadores, se sumaron las obligaciones para el pago de combustible y la tarifa de uso aeroportuario con ASA.
Fue hasta que Impulsora de Productos Sustentables –representante comercial para el suministro de combustible de ABC Aerolíneas– sumó adeudos incobrables por mil 199 millones de pesos y esta última, razón social de Interjet, otros 8 millones 234 mil pesos, que ASA suspendió la línea de crédito para combustible, pero siguió suministrándole a contrapago.
Por su parte, VivaAerobus terminó el año con un adeudo de 915 millones de pesos con la paraestatal que administra y opera 19 aeropuertos propios y cinco más en sociedad con gobiernos estatales; Volaris debe 240 millones; Aeroméxico, 232 millones y Aeromar, 37 millones de pesos; Pemex-Exploración y Producción contribuyó con un saldo pendiente por un millón de pesos.
ASA reconoció que a raíz de la declaración de emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, uno de los sectores más golpeados es la industria de la aviación, a causa de la “drástica caída en el tráfico de pasajeros, derivado de las restricciones de viaje de varios países por cuestiones de prevención, situación que indudablemente seguirá afectando el panorama económico y financiero del organismo”, concluyó