Después de la derrota de Miguel Berchelt, su entrenador Alfredo Caballero se sumió en un periodo de silencio y contemplación. Desde aquella noche del 20 de febrero, evitó hablar con la prensa y con aquellos que preguntaban qué le había ocurrido a su peleador. Cada mañana hizo un esfuerzo inimaginable para sobreponerse al desánimo y emprender el trabajo con el equipo en el gimnasio en Hermosillo. Cada noche el mismo esfuerzo por conciliar el sueño, frecuentemente interrumpido por dudas e imágenes que lo atormentan.
“He estado noches sin poder dormir”, comparte a La Jornada por primera vez después de aquel nocaut que sufrió Berchelt por Óscar Valdez; “pienso en la derrota y la verdad, no quiero parecer arrogante, pero veníamos de tantas victorias, que fue como si debiéramos aprender a enfrentar algo a lo que no estamos acostumbrados”.
No es fácil –admite–, porque este sábado otro de sus campeones, Francisco Gallo Estrada, monarca en peso supermosca por el CMB, buscará una revancha con ocho años de retraso ante Román Chocolatito González, poseedor del título de la AMB.
Y todavía más complicado, porque después de lo ocurrido a Berchelt, y aquí asume una honestidad no muy usual en el boxeo, la confianza quedó un poco frágil. No es que sean derrotistas, pero ya le vieron el rostro más desagradable a la sorpresa en este deporte y saben que cualquier día puede volver a aparecer.
“Sólo pensamos en ganar, obvio”, aclara Caballero; “pero si soy sincero queda un nerviosismo, uno que nos hace preguntarnos ¿y si volviéramos a perder, ¿qué pasaría? En el boxeo está mal visto que uno reconozca que puede sentir temor o incertidumbre, pero somos humanos y después de una derrota cuesta levantarse y no tan fácil se olvida”.
Hay un cambio en el entorno cuando se pierde –relata Caballero–, la gente los mira distinto cuando son ganadores indiscutibles, cuando hace tanto que no son derrotados o nunca lo han sido. Después es como si perdieran valor, la mirada de los demás es otra, entre compasiva y cruel.
“He hablado bien con Gallo y está de acuerdo que vamos por la victoria”, cuenta; “está muy motivado porque desde hace mucho espera volver a pelear contra Chocolatito, y ahora sí vencerlo. Yo también me siento entusiasmado con ese combate, no hay miedo de ningún modo”.
Pronto tendrán un balance médico de lo que ocurrió con Berchelt, quien pocos meses antes sufrió Covid y es probable que tenga secuelas que le impidieron recuperar su nivel. Estrada también lo padeció hace más tiempo, pero aclara que fue muy leve y sin consecuencias.