La artista mexicana Teresa Margolles (Culiacán, Sinaloa, 1963) es candidata a producir obra para uno de los cuatro pedestales en la Plaza Trafalgar en Londres, reveló el periódico inglés The Guardian en su edición de ayer. Según la publicación, el trabajo de Margolles arroja luz de manera poderosa, a veces sangrienta, sobre la violencia del crimen organizado, relacionada con las drogas, en su país.
El proyecto Fourth Plinth (Cuarto pedestal) es uno de los más prestigiosos de arte contemporáneo mundial. El basamento en cuestión carece de una escultura, ya que originalmente debía sostener una estatua ecuestre de Guillermo IV, pero fracasó por falta de fondos.
Los organizadores del proyecto dieron a conocer una lista de seis finalistas y sólo dos serán seleccionados. El anuncio se hará en el verano y su obra se develará en 2022.
El nombre de Margolles figura junto a los de Nicole Eisenman (Es-tados Unidos), Samson Kambalu (Malawi), Goshka Macuga (Polonia), Ibrahim Mahama (Ghana) y Paloma Varga Weisz (Alemania).
Al anunciar los nombres, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, calificó la lista de artistas como asombrosamente internacional: “El Fourth Plinth es una de las comisiones de arte contemporáneo emblema en el mundo y tengo muchas ganas de ver cómo estos artistas lo transforman”.
Los organizadores no han revelado qué proponen los artistas para el sitio actualmente ocupado por una gran voluta de crema batida con todo y mosca. Se trata de The end (El final), de Heather Phillipson, develado en julio pasado.
Las nuevas propuestas de los seis candidatos se darán a conocer a finales de mayo, cuando son exhibidas en la Galería Nacional.
El nombre de Margolles resulta una elección particularmente intrigante. La artista representó a México en la Bienal de Venecia en 2009. Allí, los pisos de mármol de un palacio fueron fregados con la sangre diluida de víctimas de la guerra de pandillas.
También ganó el premio Artes Mundi, con base en Cardiff, en 2012, al mostrar en el Museo Nacional de Arte obras que incluían losetas ensangrentadas que Margolles había removido de edificios en donde algún amigo fue asesinado. También en exhibición había agua utilizada para limpiar cuerpos en una morgue, goteando y chisporroteante en placas calientes. Una tercera obra incluía sonidos de la autopsia de una víctima de asesinato.