Nueva York., El gobierno de Joe Biden, el cual oficialmente califica al presidente Nicolás Maduro de “dictador”, ofreció protecciones legales a migrantes venezolanos que llegaron a Estados Unidos antes del 8 de marzo, al determinar que el regreso a su país es “peligroso”, mientras continúa con la misma política de castigo vía sanciones de su antecesor contra el gobierno en Caracas.
El otorgamiento del Estatus de Protección Temporal (TPS) a migrantes venezolanos que puedan comprobar que viven en Estados Unidos desde antes del 8 de marzo podría beneficiar potencialmente a unos 320 mil migrantes del país sudamericano, informó una alta funcionaria del gobierno de Biden.
Esa protección durará inicialmente 18 meses, y permitirá a los beneficiarios gozar de una residencia y de trabajo legal temporal.
La medida fue anunciada por el secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, al decir que “situaciones extraordinarias y temporales en Venezuela” hacen imposible un retorno seguro para sus ciudadanos, “esas condiciones de vida revelan un país en tumulto, incapaz de proteger a sus ciudadanos”.
El anuncio fue justificado como parte de la política estadunidense hacia Venezuela que, según un alto funcionario del gobierno de Biden, consiste en el apoyo “humanitario” al pueblo venezolano combinado con un “multilateralismo robusto” que busca intensificar “la presión” sobre el régimen de Nicolás Maduro e impulsar “una salida de la crisis que lleve a una solución democrática”.
El funcionario reiteró que el gobierno de Biden considera que Maduro “es un dictador” y recordó que el presidente estadunidense fue el primer candidato demócrata en reconocer a Juan Guaidó como el representante legítimo de Venezuela.
Agregó que las sanciones estadunidenses no son efectivas por sí solas; deben acompañarse de un esfuerzo multilateral, en conjunto con países europeos y latinoamericanos, para impulsar una solución negociada a la crisis en ese país.
Subrayó que ese arreglo no es entre el régimen venezolano y Washington, sino entre ese régimen y la oposición en Venezuela. A la vez, enfatizó que Washington no suspenderá las sanciones hasta que se consulte con países aliados para determinar si Venezuela está procediendo hacia una solución que depende de elecciones libres e imparciales.
El alto funcionario insistió en que la política de Biden es diferente a la del gobierno anterior por su énfasis en un esfuerzo diplomático multilateral (a pesar de que los encargados de la política hacia Venezuela resaltaban su trabajo con aliados y la OEA; ver: https://www.jornada.com.mx/2021/03/08/ opinion/021a1pol).
El gobierno de Biden renovó hace cinco días la declaración de “emergencia nacional” en relación a Venezuela emitida por Barack Obama (cuando Biden era vicepresidente) en 2015, afirmando que ese país “continúa representando una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos”.