La confianza de los consumidores en la situación económica del país y la de sus familias se mantuvo en febrero en el mismo nivel que en enero previo, pero mostró una caída de 4.9 puntos comparada con el segundo mes de 2020, mostró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El organismo reportó que la capacidad de comprar los bienes más básicos como vestido y comida cayó 10.8 puntos respecto a febrero de 2020, según la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor. Además de ser el componente con la caída anual más pronunciada, también se redujo un punto respecto a enero de 2021.
El indicador de confianza del consumidor retrocedió 4.9 en febrero a tasa anual, derivado de que todos sus componentes se redujeron. Entre éstos la mayor caída fue de 8.6 unidades en el cómo se percibe la situación económica del país, respecto a la que había 12 meses atrás, y también cayó 7.2 el optimismo en la economía de los hogares comparada con la de un año atrás.
Respecto a enero de 2021 el indicador no varió en términos generales, pero entre sus cinco componentes principales se deterioraron las perspectivas sobre la situación económica del país y los hogares, comparado con las que se percibían un año atrás, y también cayó la previsión de que esto mejore en un año, medición que bajó 0.4 unidades en ese mes.
En contraste, aumentó 0.1 puntos el optimismo de las familias en que su situación económica mejore respecto a la actual; y en la misma proporción lo hizo la percepción de que se pueden comprar bienes duraderos como muebles, televisor, lavadora, otros aparatos electrodomésticos. Esto respecto a enero de 2021.
Entre las mediciones complementarias, que muestran que el consumo se ha visto más afectado en la adquisición de bienes básicos, respecto a febrero del año pasado cayeron 9.1 puntos las posibilidades económicas de las familias para salir de vacaciones durante los próximos 12 meses; y esta medición también se redujo 1.6 unidades respecto a enero reciente.
El indicador de confianza del consumidor evalúa el grado de optimismo de los consumidores en la economía del país, de sus hogares y cómo perciben sus posibilidades de comprar. Tras repuntar en el segundo semestre de 2018, luego de las elecciones de ese año, y llegar a su máximo histórico, se deterioró sobre todo con la crisis por Covid-19.