Ciudad de México. La relación entre el sector bancario y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es “transparente, existe buena comunicación y se pueden tratar todos los temas que preocupan”, expone Manuel Romo, director general de Citibanamex.
Reconoce que a los inversionistas del país y el extranjero “les encanta” el potencial del país por la estabilidad macroeconómica y el respeto a las instituciones, pero en este momento “lo que quieren escuchar es la parte del respeto a los acuerdos internacionales, a los convenios que ya se tienen”.
Actualmente, hay “poco apetito por invertir en México” debido a que las decisiones que ha tomado el gobierno en algunos sectores de la economía y que ponen en duda acuerdos que se tenían en el pasado, afirma.
Los inversionistas, dice el banquero, siempre buscan certidumbre, y ese es el elemento clave que se necesita trabajar en el país.
Tras la crisis que generó la pandemia de Covid-19, el México de las microempresas, de los comerciantes o de prestadores de servicios es “el más golpeado” y se deben dar apoyos a estos sectores para recuperar el empleo y por ende el ritmo de crecimiento, refiere Romo en una entrevista con La Jornada previo a la 84 Convención Bancaria, a realizarse los próximos 11 y 12 de marzo.
Para las inversiones ¿genera confianza la política económica puesta en marcha por el gobierno?
Hay puntos muy buenos, el respeto a la autonomía del BdeM, el orden de las finanzas macroeconómicos, un déficit bajo control, un tipo de cambio flotante y tasas de interés a la baja.
Donde existe un tema que atender, es un reto importante respecto a la situación económica es el apetito por inversión, es bajo, hay poco apetito por parte de inversionistas extranjeros y de inversionistas nacionales, y esta falta de inversión tiene que ver con señales que se han dado respecto a algunos sectores, fundamentalmente con acuerdos que se tenían en el pasado y se pueden poner en duda.
Estos acuerdos de inversiones, grandes o chicas, siempre un inversionista lo que está buscando es certidumbre. Ese es el elemento, el reto que tenemos que trabajar muy fuerte entre todos de manera que podamos encontrar estos dos elementos; por un lado la certidumbre de la inversión, el apetito por la inversión en un país como México que tiene muchas oportunidades y por otro lado, aprovechar el orden, la estabilidad en las finanzas públicas que claramente ahorita tiene el país.
¿Qué opiniones recogen de sus clientes e inversionistas respecto a la situación económica que vive el país?
Nuestros clientes tienen cautela. Es una cautela a tomar crédito, cautela tanto a personas físicas como a inversionistas grandes, tienen cautela a que las condiciones que se tienen para tener inversiones a largo plazo en el país se mantengan.
Todos reconocen los beneficios que tiene México en oportunidades o las cadenas productivas que puede haber al traer áreas de producción de China a México para surtir el mercado americano, que generarían grandísimos beneficios en términos de empleo, de crecimiento económico.
Sin embargo, existe cierta preocupación por el crecimiento económico del país, por que tanto hay un apoyo fiscal para recuperar la caída derivada de Covid-19 más rápido como lo están haciendo otros países y finalmente, la preocupación respecto a las noticias de inversiones grandes en dónde se cuestiona. Claramente el tema de energía es uno de los que normalmente sale de los inversionistas, que cuestionan cuál es el futuro que están viendo que el poder ejecutivo va a tomar en adelante.
¿Qué se podría hacer para vigorizar el ritmo de crecimiento de la inversión?
En primer lugar, que exista más apoyo fiscal, que el brazo fiscal del gobierno apoye la recuperación por medio de apoyos a las familias y las personas que se quedan sin trabajo con esta crisis del desempleo.
Apoyo en términos de la Banca de Desarrollo, para otorgar garantías a los créditos y podamos entrar en los bancos y que la banca de desarrollo apoyen a las empresas, ya sea capital de trabajo o inversión.
Claramente debe de haber señales muy muy claras de que los acuerdos que tiene el gobierno, como por ejemplo el T-MEC se respeten clara y sin ninguna condición, que quede perfectamente claro con los acuerdos que se tienen. Siendo una economía tan abierta, somos uno de los países con más acuerdos comerciales en el mundo, es una gran oportunidad, pero tiene que ser esto con muchísima certidumbre de parte del gobierno de manera que los inversionistas tengan este clima de inversión y este apetito.
Con todo esto ¿Hay confianza en México?
Los inversionistas les encanta el potencial que tiene el país, los argumentos macroeconómicos, los argumentos de respeto a las instituciones y lo que ellos quieren, lo que están buscando escuchar es la parte del respeto a los acuerdos internacionales de acuerdo a los convenios que ya se tienen.
¿Cómo describe la relación con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador?
Muy buena comunicación con los distintos reguladores que tenemos, muy buena relación con Banco de México (BdeM), con la Secretaría de Hacienda, también con los diputados y senadores a través de la Asociación de Bancos de México (ABM).
Dentro de esta relación, la calificaría como muy cándida y muy transparente, en dónde existe una muy buena comunicación, se pueden tratar todos los temas que nos preocupan y los que tenemos en la agenda.
¿Qué pasa en el México de las microempresas, los comerciantes?
Está muy golpeado, hay segmentos de turismo, los restaurantes, la gente que se dedicaba a dar servicios, si hay unas caídas de 40 o 50 por ciento en el 2020 y en este año, sin una mayor recuperación de lo que teníamos en 2019.
Un impacto que no se ha recuperado impacta directamente al empleo, a los empresarios que tienen que cerrar y estos segmentos son los más golpeados.
Hay otros segmentos, los proveedores de empresas que exportan o que ofrecen servicios a las empresas que exportan en dónde muchas de ellas ya están recuperando a como estaban en 2019, pero desafortunadamente en los grandes números tenemos una recuperación tibia, hablamos de tres o cuatro por ciento de crecimiento para 2021 que claramente no es la cifra que debía de venir para recuperar lo que se perdió en el 2020.
¿Qué acción concreta se debe de dar para que la recuperación económica sea más fuerte?
Está una de las primeras condiciones que tenemos contempladas y es el tema de la vacunación. El crecimiento que hubo a fin de año en contagios, el cierre de la economía para cuidar la salud de los mexicanos es algo que tenemos que cuidar muchísimo.
Aparte de la vacunación, debemos ser mucho más claros en las medidas preventivas, la sana distancia, el uso forzoso de tapabocas, eso previene uno de los riesgos en adelante que es un tercer crecimiento (de contagios de Covid-19). Preocupa la Semana Santa y que haya nuevos contagios porque podría implicar también un cierre otra vez parcial y que se regrese a semáforo rojo en muchísimas entidades.
En segundo lugar los incentivos son muy relevantes y en tercer lugar las garantías de la banca de desarrollo de manera que la banca privada y la banca de desarrollo pueda apoyar, fundamentalmente a las pequeñas y medianas empresas, hay es donde hay un impacto muy fuerte, son los principales empleadores del país, con más del 60 por ciento de los empleos, y el apoyo decidido de parte de garantías a ellos es algo que va a repercutir de manera muy importante a crecer.
El reporte del BdeM y nuestros estimados económicos, las revisiones de crecimiento es por los sectores que tienen que ver con exportación, todo lo que tiene que ver con exportación y lo que pasa, es que esto obedece a un apoyo fiscal muy fuerte de parte de la economía americana, 1.9 billones de dólares que repercute en consumo y en demanda.
Obviamente dentro de la realidad de México, del balance correcto de la economía de México y las variables económicas, en la medida en que se pudiera mandar un incentivo fiscal, ya no nada más el crecimiento vendría de la actividad exportadora, sino también del consumo interno, dónde está el principal reto.
¿Porqué se dice que la banca no resintió la crisis de forma fuerte y que se espera para este año?
El sistema financiero aprendió de crisis pasadas y aprendió que hay que ser cauteloso en el crédito, que hay que mantener niveles de liquidez y de capital altos, en la gran generalidad de los bancos que operan en el país se cumplen estas condiciones.
Es por eso que esta crisis sanitaria, esta crisis económica, no se tradujo en una crisis del sector financiero y eso hubiera sido mucho más grave. Aprendimos de crisis pasadas, utilizamos recursos que no había antes, como la información del buró del crédito, cuidar la información de nuestros clientes, prestar dependiendo de la capacidad de pago, temas muy básicos con herramientas que antes no teníamos.
Es relevante la participación del BdeM para generar y ofrecer líneas de liquidez para todos los bancos, que por un lado es el crédito y por otro la captación, de como se van a fondear los bancos, esto, las facilidades fueron muy importantes.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ofreciendo beneficios en los límites mínimos de capital también a muchos bancos les favoreció. En esta ocasión no se tradujo en una crisis bancaria y esto obedece a que los fundamentales de la banca se siguen en la gran cantidad de participantes.
Para 2020, en la medida que no haya otro rebrote y que la vacunación vaya creciendo y se vayan generalizando de forma importante, puede haber un crecimiento más decido hacia la segunda mitad del año, hay beneficios que ya obtuvimos por Covid que se van a mantener, como la digitalización, las aplicaciones móviles explotaron positivamente en los bancos que tenemos esos servicios para todos.
En la medida que haya esta estabilidad y que exista un control en la seguridad de la salud pública y que no haya otro cierre, habrá una recuperación del crecimiento o retomar el crecimiento a la segunda mitad del año prácticamente en todos los segmentos, no solo personas físicas, sino de pequeñas y medianas empresas y grandes empresas.