La entrevista televisada del príncipe Enrique y su esposa Meghan cayó como bomba en el Reino Unido por sus duras acusaciones a la monarquía, subrayaron medios británicos.
“Fue peor de lo que la familia real esperaba”, afirma The Times. “Meghan tuvo tendencias suicidas. Estaba preocupada por su bienestar sicológico. Lloró en un acto oficial y la familia real no ayudó”.
En opinión del también conservador Daily Telegraph, la corona necesita un “chaleco antibalas” ante una conversación que contenía “suficientes proyectiles para hundir a una flotilla y, posiblemente, como algunos temen, para infligir el mismo daño a la monarquía británica.
“Es el peor escenario para quienes la pareja no dejó de referirse como ‘la empresa’ (The Firm)”, añade el rotativo, aludiendo a las reflexiones racistas que Meghan y Enrique denunciaron haber sufrido de una persona no identificada del palacio antes del nacimiento de su primer hijo, Archie.
También el canal ITV utilizó una metáfora militar: “El matrimonio cargó un bombardero B-52, sobrevoló con él el Palacio de Buckingham y descargó su arsenal justo encima”.
Para la BBC, “es una entrevista devastadora” que revela “la imagen de individuos insensibles perdidos en una institución” tan perdida como ellos.
Como otros periódicos el Daily Mail cerró sus ediciones antes de la transmisión y tituló el “poderoso” mensaje sobre el “deber” mencionado el domingo por la reina Isabel II en un discurso emitido por la televisión británica con motivo del Día de la Commonwealth.
El primer ministro británico Boris Johnson se negó a hacer declaraciones. Elogió a la monarca, pero dijo que “cuando se trata de asuntos relacionados con la familia real, lo correcto para un primer ministro es no decir nada”.
Por otro lado, cuando preguntaron a la vocera de la Casa Blanca Jen Psaki si el presidente estadunidense, Joe Biden, y su esposa, Jill, tenían algo que decir, expresó que la decisión de Meghan de pronunciarse sobre sus problemas de salud mental “requiere de valentía” y que “ciertamente eso es algo en lo que cree el presidente”.
A su vez, Emily Nash, editora de realeza en la revisa Hello!, aseveró que las revelaciones la habían “conmocionado” a ella y a muchos otros espectadores.
“No veo cómo el palacio puede ignorar estas acusaciones; son increíblemente graves”, exclamó.
La pareja había sido muy criticada en Reino Unido antes de que se emitiera la conversación con Winfrey.
El príncipe Felipe, el abuelo de 99 años de Enrique, está hospitalizado en Londres tras una operación de corazón, y los críticos vieron la decisión de llevar a cabo la transmisión como una carga para la reina, pese a que fue la CBS, no los duques de Sussex, la que decidió cuándo se llevaría a cabo.
En Estados Unidos, las muestras de apoyo se hicieron sentir tras la emisión del domingo. La estrella del tenis Serena Williams, amiga de Meghan, escribió en Twitter que las palabras de la duquesa “muestran el dolor y la crueldad que ha sufrido”.
Ni la reina Isabel II ni el príncipe Felipe formaron parte de las conversaciones en las que se expresaba preocupación por cuán oscura podría ser la piel de su bisnieto, Archie, aseguró ayer Winfrey.
La conversación dio una victoria de rating para la cadena CBS, publica The Independent, pues, según cifras preliminares, fue vista por 17.1 millones de espectadores.
Más estadunidenses sintonizaron que para los premios Emmy de septiembre y los Globos de Oro combinados la semana pasada, informa Deadline. La audiencia total aumentará a medida que se entreguen los datos ajustados.