Ciudad de México. Ediciones El Viso crea libros especializados en arte que hacen perdurar la memoria de la belleza y la riqueza de magnas exposiciones en museos de renombre mundial. “Se necesita cultura para sobrevivir”, afirma su director, Gonzalo Saavedra, con motivo de los 40 años del sello en un momento de incertidumbre y adaptación debido a la pandemia de Covid-19.
Las posibilidades se expanden en el papel impreso: recorrer el Museo Guggenheim en Nueva York, con los juegos de luz y volumen de la famosa pieza de arquitectura contemporánea; conocer la fascinante colección de arte que resguarda el Louvre, en París, sin tener que lidiar con los millones de visitantes; admirar con detalle milimétrico piezas de porcelana China, o adentrarse en los magníficos brillos del sol que juguetean con los niños en las playas que pintó Joaquín Sorolla.
Libros que “se convierten por sí mismos en objeto de arte, una cosa exquisita con el tiempo” es lo que procuran ofrecer desde hace cuatro décadas. La preocupación es por la calidad en el diseño, impresión detallada y contenidos enriquecedores escritos por expertos.
A pesar de la creciente ola de virtualidad, considera Saavedra que el soporte para el libro de arte seguirá siendo por muchos años el papel. “Nadie quiere sustituir una pintura por una pantalla, lo físico por algo más digital”.
La experiencia sensorial de admirar una obra de Van Gogh, con sus brillantes pinceladas, o perderse en la inmensidad monocromática de un lienzo de Rothko, es difícil de igualar. De igual forma, tocar un buen papel, oler la tinta o recrear en la pupila los colores como si se estuviera frente al lienzo.
“Después de una gran exposición, cuando cierra lo que queda es el catálogo”, que se convierte en la constancia de su efímero paso por las salas 20 años después, cuando pudo caer en el olvido. Quienes dirigen los museos “han entendido la importancia de hacer una buena publicación”. Es aquí donde encontró una oportunidad editorial.
El libro de arte no es un sector fácil, reconoce Saavedra. El Viso “ha tenido durante estas cuatro décadas un recorrido muy fructífero”. El proyecto nació en España a principios de los años 80, cuando las exposiciones daban un paso más alto y comenzaron a realizar catálogos importantes.
Las colaboraciones se han expandido con instituciones de Estados Unidos, por ejemplo, el Museo Metropolitano de Nueva York.
Adelanta que una exposición sobre la Nao de China en el Museo del Prado es uno de los proyectos importantes en puerta, “un tema muy relacionado con México”, que se refiere a los barcos que durante la época de la Colonia llegaban a España con ricos tesoros desde Filipinas y hacían un punto de enlace en el puerto de Acapulco.
Debido al confinamiento mundial la mayoría de las exposiciones se pospusieron a 2021, “ahora también un poco en el limbo”. Explica que ha sido un año complicado para la editorial, “hay que tener sangre fría para estar calmados, los proyectos no se perdieron, se movieron en el tiempo”. Ejemplifica la muestra sobre faraones en el Louvre, uno de sus grandes proyectos para este año que se ha reprogramado para octubre.
A pesar de la dificultad de los planes, “nos ha sorprendido para bien que la venta en librerías ha sido muy buena. Aunque las librerías cerraron, muchas se han apañado para hacer venta en línea”, y especula que quienes pasan tiempo en casa han comprado publicaciones, lo que permitió recuperarse de lo que perdieron en la producción para museos.
Los libros son creados con extremo cuidado, con énfasis en el diseño, materiales innovadores, papel de gran calidad con cierto tacto y volumen. Las imágenes son fundamentales, a tal punto que en los museos hacen pruebas digitales para contrastar el cuadro original con el que quedará impreso. “Una buena reproducción es clave, no valen reproducciones que no tengan esa calidad a nivel del arte pictórico”.
Experiencia en México
Ediciones El Viso abrió oficinas en México en 2012, con las que se sumó a las de Madrid y París.
Una visión consiste en la venta de los libros no únicamente en los museos, también en librerías. La distribución ha sido fundamental para los 40 años de persistencia, sobre todo en el año reciente de pandemia. Aunque se disminuyó la producción, no ocurrió así gracias a la venta en línea, que puede realizarse en el catálogo de Amazon y en la página de la editorial.
Amber Purcell, responsable de la filial en México, comenta que el público en el país ha recibido muy bien a Ediciones El Viso, con publicaciones de calidad y accesibles. Los primeros años de trabajo se enfocaron en algunos museos como el Nacional de Arte, de Bellas Artes y el Dolores Olmedo. “Hicimos trabajo para fomentar la cultura y las exposiciones en su momento; ayudó la trayectoria que precedía en España”.
Un gran éxito reciente fue la guía de museos de la Ciudad de México, que agotó su edición en español e inglés, con distribución también en España, Inglaterra y Estados Unidos. La capital del país es la ciudad con más museos del mundo, la primera es Londres. Implicó un año de investigación, alrededor de unos 260 recintos, con 180 grandes y el resto mucho más pequeños.
“Es una labor para hacer ver a los lectores la diversidad que existe, que es una ciudad con arte, cultura y muchas cosas para admirar”, que continuaron con la guía sobre el Centro Histórico, con rutas gastrónomicas, calles e iglesias para fomentar la visita en la zona.
En este año difícil, con los museos y las librerías cerradas, el reto es encontrar la forma de fomentar la lectura para que el público se pueda acercar al arte y la cultura.