En el enorme desafío de hallar la paz para el país, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez, decide “dar la cara, sacar el cuerpo” y anuncia la creación de la “guardia nacional financiera”, y lo hace, asegura, sin temor a las amenazas, y sin ambición frente a las tentaciones.
Es la primera mujer encargada de la seguridad pública del país, de coordinar a uniformados y civiles, de todos rangos, para revertir la tendencia del inevitable binomio violencia-muerte. “La guerra no funcionó, vamos a hacer que funcione la paz.”
La entrevista, primera que concede la funcionaria a un medio de comunicación, se efectúa en su casa, en el perímetro de la alcaldía Benito Juárez, que no mide más de los 90 o 100 metros cuadrados, pero es donde ha vivido en los últimos 20 años, “donde han crecido mis hijos, donde vienen mis nietos”.
También es una casa llena de sus recuerdos. Sus libros metidos en un largo mueble que abarca las paredes del comedor y la sala, su colección de máquinas de escribir, de las Remington, las Royal, las que imprimían letras al compás de las teclas golpeando papel, a las que enmudeció la tecnología, pero que están aquí formadas, listas para cuando se les llame al trabajo, y las otras máquinas, las de coser, las que también usó en algún momento en que la vida le demandó ser costurera.
“Así soy, no puedo negar mi origen; uno no puede negar de dónde viene, y lo expreso así, por más que el dicho sea lugar común. Seguiré siendo la que siempre he sido. Los cargos, principalmente la responsabilidad que hoy tengo, serán pasajeros, pero en el tiempo que dure al servicio del país, quiero hacer muchas cosas, y sé que todo eso es prestado, lo que le quedará a uno siempre es la casa de la que uno nunca se va”.
La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana repasa el cúmulo de tareas a que le obliga su compromiso de trabajo, y pone énfasis en advertir que los tiempos de impunidad del gobierno, cuando los que iban a la cárcel muchas veces eran los inocentes, se ha terminado. “No más impunidad.”
–¿Nos quiere decir que el gobierno actuaba con absoluta impunidad frente a la ley? ¿El gobierno la debía, pero no la pagaba?
–Así es. Por eso yo quiero decir que yo no tengo nada que ver con mis antecesores como secretaria de Seguridad. No voy a hablar de ellos, pero definitivamente no tengo que ver con mafias, no tengo que ver con delincuentes ni con complicidades, ni mucho menos tengo una historia de corrupción. El mensaje es claro: no soy García Luna.
La secretaria de Seguridad da ejemplo del trabajo en conjunto que debe hacerse para dar los resultados que se pretenden en la estrategia por la paz, sin impunidad, e informa que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) “está capacitando, profesionalizando a miembros de la Guardia Nacional para construir una guardia financiera, es decir que no sólo sea la UIF la que investigue los delitos de cuello blanco, sino que también se apoye en la Guardia Nacional.
“No se trata de atacar sólo a las mafias que cometen delitos todos los días, las mafias que todo el mundo conoce, sino también a los mafiosos de cuello blanco, combatimos los dos lados.
“Son investigadores de que dependen de la Guardia Nacional y son capacitados por la UIF. ¿Cómo van a hacer para dar con los objetivos? –se pregunta y suelta la respuesta–, pues síguele la pista al dinero. Para decirlo en pocas palabras, para dar con los delincuentes, los que roban, los del huachicol, los que roban mercancía en las carreteras a las empresas; hay que seguir el dinero, porque hasta ahora, nadie sigue a esos delincuentes, pero hay que hacerlo, y entonces la Guardia Nacional va a cumplir con esa demanda que tiene la población sobre ese aspecto de la seguridad.
Contra el partido del crimen
–El próximo capítulo en la vida pública de país son las elecciones. Usted ya anunció que habrá protección para los candidatos, pero ¿cómo se va a hacer? ¿Les van a poner guaruras? ¿De qué se trata?
La secretaria busca dar contexto a sus afanes: “Nos reunimos con algunos gobernadores y nos plantearon su problemática. Nos hablaron de zonas, no de todo el Estado, sino de áreas donde es difícil la vida cotidiana, porque hay malandrines que amenazan y quieren intervenir en la decisión de quién va a ser presidente municipal, por ejemplo.
“Frente a eso el gobierno de México no se puede quedar con los brazos cruzados, no puede decir: ‘no pasa nada’. El primer paso es reconocer el problema y salir y dar la cara, a decir que hay un asunto de violencia política, para crear un planteamiento general y enfrentarnos al problema. Hay reuniones, mesas de trabajo, se analiza lo que necesita cada candidato amenazado por el partido del crimen. No hay receta frente a la conflictiva porque las condiciones, por ejemplo, de cada municipio son diferentes, y requieren soluciones diferentes. Los niveles de riesgo son también diferentes, por eso los abordamos de manera particular.”
–¿Cómo logran saber si el candidato es otro delincuente impuesto, por decirlo del alguna manera, por un cártel?
–Con la colaboración de la comunidad, de las autoridades locales y también de los gobernadores. El diagnóstico no se puede hacer desde la Federación; no, se necesita ir allá, hablar con la gente.
–¿Han detectado candidatos de los malos?
–Hay investigaciones que no nos corresponden totalmente. Algunos están siendo investigados por las fiscalías de los estados.
–¿Y qué hay de los partidos políticos, que con tal de ganar postulan rufianes?
–En algunos casos los propios partidos nos dicen que tienen un candidato amenazado y algunos otros nos han pedido investigar sobre las finanzas de alguno que pretende ser candidato. No veo a los partidos buscando candidatos mafiosos.
–El país, la gente está armada y ese es un elemento ineludible cuando se habla se seguridad.
–Qué bueno que me recuerda eso. Vamos a iniciar en breve, ya se está preparando, un desarme voluntario por la paz. Nos falta ponernos de acuerdo en lo operativo. Pero podemos iniciar en junio o julio, por ejemplo, en Oaxaca, y donde los gobernadores levanten la mano para pedir el programa.
–Y en esto de instrumentar la paz, ¿qué le dicen los señores de la guerra en México, los generales, los hombres de la armas? ¿Hay respeto hacia la secretaria mujer? ¿Entienden la filosofía de la paz?
Rosa Icela Rodríguez afirma que de parte de los marinos, de los militares, de todo el gabinete de Seguridad que ella preside hay absoluto respeto por su persona, y por el proyecto de trabajo.
“Claro que la están entendiendo. Son los primeros, y se comprometieron con el Presidente y yo los veo muy convencidos de la estrategia nacional de seguridad. En las regiones, en los estados se están haciendo Mesas para a Construcción de la Paz, porque ya nos dimos cuenta todos de que la paz da más ganancias que la guerra, en lo económico, en lo político y en lo social.
“Si hay paz, hay tranquilidad, hay inversión, hay empleo, y así los jóvenes, por ejemplo, no tienen la necesidad de ser sicarios, de contratarse para ser delincuentes, de robar. Van a tener una salida, esa salida que construye la paz.”
El negocio de los reclusorios
–¿Y los reclusorios? Ahí hay otro gran problema, ¿qué se hace en ese tema?, porque resulta que más que centros de readaptación y reinserción en la sociedad, son centros de negocios para la delincuencia, también la de cuello blanco.
–Sí, son centros de negocios. Es un gran problema que ya estamos abordando, ya hay un plan de trabajo para combatir la corrupción interna, no sólo de los delincuentes comunes y los de cuello blanco, sino de los funcionarios que laboran en los mismos reclusorios, y también los internos.
“No vamos a permitir que continúen las extorsiones telefónicas desde los penales, ni que continúen los contratos por los que el Estado debe pagar a particulares cifras millonarias.
“Se habló con los empresarios y hasta ahorita de los ocho penales que tenían una problemática de ese tipo, la mayoría aceptó una reducción considerable de recursos y que los penales pasen a formar parte, ahora sí, de los bienes de México.”
–No temen a la reacción de esos, los de cuello blanco.
–Estamos en una transformación y las transformaciones siempre tienen una reacción del otro lado. El Presidente dijo desde su campaña que iba a luchar contra la corrupción, y la población decidió por una vía legal, legítima, por el pensamiento del señor Presidente, así que no debe extrañar el cambio.”
Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Ciudadana, inicia sus labores, diario a las 4 de la mañana. “Cuando se puede dormir”, aclara y recuerda que alguna vez tuvo un jefe que le decía: come rápido y duerme rápido, citando palabras del general Cárdenas, según le advertía, pero la falta de sueño no quita el entusiasmo con el que habla de su trabajo ni disminuye su dinamismo.
La entrevista termina, la secretaria tiene que salir, pero ahora está emocionada. Levanta las manos, hace señales. Reitera, estrellando el puño en la palma de la mano: “Fracasó la estrategia de la guerra, de combatir la violencia con más violencia. Nosotros vamos a construir la paz; esa es la gran diferencia”.