En el diseño, toma de decisiones y ejecución de los Programas de Mejoramiento Urbano (PMU) se registra una creciente participación de las mujeres, que se refleja en la construcción de mayor número de centros Integrales de la Mujer, de Asistencia y Desarrollo Infantil (Cadi) y de senderos seguros en las colonias, señaló la directora de Proyectos Estratégicos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Mabel Almaguer Torres.
Dijo que aunque las mujeres equivalen a más de la mitad del total de la población del país, pocas veces las necesidades de las niñas, adolescentes y adultas se había visto reflejada en el diseño e implementación de políticas públicas o de acciones concretas en el espacio urbano, pero también en acciones directas en el campo.
En este sentido, en materia de posesión agraria, también se ha avanzado en la reducción de brechas de género; actualmente, las mujeres ejidatarias representan 25.2 por ciento; las comuneras son 29.3; las posesionarias, 28.9 por ciento, y las avecindadas, 31.6, de acuerdo con datos del Registro Nacional Agrario (RNA).
Almaguer Torres explicó que tan sólo en el último año, con el programa Mujeres por el Acceso a la Tierra, se benefició a 776 mujeres de 13 entidades federativas, regularizándose la posesión agraria y con ello también la posibilidad de ser sujetas de crédito y de incorporación a diversos programas sociales. Para este 2021, el objetivo es duplicar los resultados positivos del año pasado, pero ahora incorporando asesorías y acompañamiento para que las mujeres puedan emprender proyectos productivos, dijo la funcionaria federal.
En materia de vivienda, de acuerdo con los datos más recientes de la Sedatu, los hombres son propietarios de 56 por ciento, mientras las mujeres, de 35 por ciento, en una brecha que también tiende a reducirse.
En entrevista, Almaguer Torres indicó que en muchos de los PMU se han puesto en marcha las llamadas auditorías territoriales, mediante las cuales se conforman grupos de mujeres para recorrer las colonias a intervenir, y de esa forma mapear las necesidades más importantes desde su punto de vista, con lo cual el programa incorpora la perspectiva de género en la construcción y diseño del programa en su conjunto.
Con esta metodología, quienes están detrás del diseño van a poder identificar cuáles son las necesidades de las mujeres. Así ha surgido una treintena de centros comunitarios, de Atención a la Mujer y de Cadi, así como los trazos de senderos seguros en las colonias.
En términos generales, en la Sedatu se trabaja desde una perspectiva de género bajo tres grandes dimensiones: la igualdad de género, la no discriminación y la prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres, aseguró la funcionaria.