Las comisiones de Justicia y de Salud de la Cámara de Diputados prevén avalar un esquema de licencias de autoconsumo y producción de mariguana distinto al aprobado por el Senado, con objeto de que, por ejemplo, los productores rurales puedan participar en toda la cadena de valor para así evitar el intermediarismo.
Además, el proyecto –a discutir este lunes en comisiones y mañana en el pleno de la cámara– considera conveniente mantener la separación entre la regulación del uso lúdico e industrial respecto de los usos medicinales, paliativos, farmacéuticos, cosméticos y científicos con fines no industriales.
El proyecto rechaza constituir un instituto encargado de regular la entrega de permisos, producción y consumo –como proponen los senadores– y pondera que sea el Consejo Nacional contra las Adicciones el que conduzca la política pública en la materia.
Las comisiones consideran incorporar un nuevo sistema de licencias para la producción del cannabis, integrado por seis tipos, uno más de los cinco originalmente incluidos en la minuta.
Al respecto, en las consideraciones se describe el tipo de permisos: integrales para permitir todas las actividades de la cadena productiva del cannabis, desde el cultivo hasta la comercialización y venta al usuario final; con fines solamente de producción, que permitirían a sus titulares el cultivo en áreas específicas; con fines de distribución, que autorizarían al productor la venta a un comercializador.
Asimismo, con fines de venta al usuario final, que permitiría comprar cannabis a un licenciatario de distribución para su venta final en establecimientos autorizados; de producción o comercialización de productos derivados, con objeto de transformarla en productos de venta a usuario final, pero que no autorizaría la venta de mariguana seca para fumar; y de investigación, para producir o adquirir cannabis sicoactivo para fines de investigación científica y desarrollo tecnológico.
Cada tipo de licencia exigirá requisitos mínimos, entre otros se propone incluir que deberá demostrarse la propiedad o posesión de los terrenos agrícolas en los que se pretenda producir cannabis y precisar las cantidades a producir.
Las comisiones proponen eliminar la prohibición, en las de comercialización, de vender más de 28 gramos al día por persona, al considerar que aplicar esa medida “conduciría inevitablemente a la existencia de un padrón de usuarios”, lo que no es intención ni propuesta del Congreso.
El proyecto señala que, dado que el esquema de licencias propuesto permitirá la realización total o parcial de las actividades de la cadena productiva, se incorpora una previsión para que en las otorgadas para actividades parciales de producción, deberá demostrarse que se comprará o venderá sólo a personas autorizadas, para lo cual se requiere la licencia correspondiente.
En el caso de los permisos para autoconsumo, se plantea distinguir los otorgados para el cultivo en casa habitación y uso personal, respecto del cultivo por parte de asociaciones, y precisar así que “los permisos no son para consumir, porque el consumo es legal, sino para la producción con fines de autoconsumo”.