La práctica generalizada entre los diputados de dejar su cargo para saltar en búsqueda de otro ha llevado a que, en el actual periodo ordinario de sesiones, prácticamente 12 por ciento de los legisladores hayan solicitado licencia.
Desde la primera sesión ordinaria del 3 de febrero hasta la del 3 de marzo, 57 dejaron su curul para ser candidatos a diputados locales o alcaldes; de éstos, la mayoría pertenece a Morena.
En la sesión de este lunes otro grupo solicitará dejar el cargo y, de manera paralela, la mesa directiva tomará protesta a 17 suplentes.
La actual Legislatura también se caracteriza por el mayor traspaso de diputados entre bancadas: 74 abandonaron su partido y abrazaron las siglas de otro, fenómeno conocido como chapulineo.
Este fenómeno se ha convertido prácticamente una costumbre con la que al final de cada Legislatura diputados de todos los partidos buscan sobrepasar los tres años a los que se limita su representación popular.
En noviembre pasado, la Junta de Coordinación Política y luego el pleno de la Cámara aprobaron un acuerdo para que los diputados puedan buscar la relección sin tener que solicitar licencia; se les autorizó a recibir los apoyos mensuales, aun cuando hacen campaña.
Esto se concretó en la perspectiva de que la Constitución limita a 125 el máximo de licencias, y los coordinadores explicaron que el ejercicio de la diputación y hacer campaña al mismo tiempo “fue para dar viabilidad a la Cámara”, pues se esperaba que más de una cuarta parte de los 500 legisladores se ausentaría en busca de otro puesto.
En días recientes empezó una desbandada. En la primera sesión sólo se registraron dos solicitudes de licencia en Morena. A la siguiente, un legislador del PT hizo su petición. Hasta el 16 de febrero se registraron otras dos de diputados del PAN y del PRI.
El 23 de febrero ya eran 10 licencias; luego, el 2 de marzo se presentaron 11 más y en una sola jornada, el 3 de marzo, se registraron 31: de Morena fueron 14, cinco del PRI, tres del PES y de MC, dos del PAN, y PT, y uno del PRD y otro sin partido.