Madrid. Las mujeres en España conmemoraban el lunes el Día Internacional de la Mujer con protestas estáticas, paseos en bicicleta y una gran cantidad de eventos pequeños pero organizados de manera creativa para evitar aglomeraciones debido al coronavirus.
GALERÍA: Conmemoración del Día Internacional de la Mujer, pese a restricciones.
El Tribunal Constitucional de España rechazó el lunes las apelaciones de última hora de los sindicatos y grupos de derechos de la mujer para realizar cualquier tipo de protesta callejera en la capital, tras fallos similares recientes de cortes de menor nivel.
La decisión ha enfurecido a muchos que argumentaron que era posible alzar la voz a favor de la igualdad de género y contra la discriminación sin poner en peligro la salud pública.
Más de 100 manifestantes desafiaron la orden al reunirse, mientras se mantenían a distancia, en la plaza central de la Puerta del Sol de Madrid. Gritaban “¡Basta ya, de justicia patriarcal!”, levantaron pancartas contra el fascismo y pidieron el fin de la violencia y la represión contra las mujeres.
Algunos activistas han pedido que los pañuelos morados inunden los balcones y ventanas de Madrid.
Para más tarde, se espera una reunión más grande en Barcelona, aunque los organizadores han pedido a la gente que se quede quieta en lugar de marchar.
En España ha habido un próspero movimiento feminista que en los últimos años se ha adjudicado algunas victorias, incluida la adopción de leyes de violencia de género y la imposición de una reforma judicial sobre el abuso sexual de mujeres. Los activistas dicen que la crisis social y económica desencadenada por la pandemia de coronavirus ha ampliado la brecha salarial entre hombres y mujeres y ha afectado aún más el equilibrio entre el trabajo y la vida.
“España no puede seguir construyéndose con las mujeres en los márgenes, que unas pocas rompan los techos de cristal mientras las humildes sigan en suelos pegajosos”, dijo la ministra de Igualdad, Irene Montero, acompañada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto oficial por el 8 de marzo.
Un borrador de una nueva Ley Transgénero ha profundizado las divisiones en el movimiento y dentro de la coalición gobernante de izquierda, dado que el Partido Socialista se opone a la autodeterminación de género sin un diagnóstico previo de salud mental.
Mientras tanto, activistas de extrema derecha han hecho campaña contra las leyes de violencia de género que, según dicen, discriminan a los hombres y han criticado la presión del gobierno de centroizquierda para que el consentimiento en las relaciones sexuales sea legalmente obligatorio.
El fin de semana en Madrid y una ciudad cercana, fueron vandalizados dos murales callejeros que celebraban a mujeres destacadas en política, artes y ciencia. Los retratos de Rigoberta Menchú, Frida Kahlo, Nina Simone, Rosa Parks y siete mujeres más quedaron cubiertos de pintura, en medio de pintas que decían “terrorista” y “comunista”.
Sánchez, quien dijo que solo el feminismo hará que las sociedades avancen y alcancen nuevos niveles de bienestar, calificó a las voces conservadoras extremistas que se oponen al feminismo como “una fuerza de retroceso”.