Pekín. El número de personas condenadas por corrupción en China bajó en 2020 pero siguió siendo elevado, con más de 20 mil, algunas de ellas a muerte, según un informe oficial publicado el lunes.
Desde que el presidente Xi Jinping lanzó una operación de "manos limpias" en 2013, dirigida a militares, empresas y políticos, fueron condenados innumerables funcionarios y jefes comunistas.
En 2020 se celebraron un total de 22 mil juicios por corrupción en los que se han visto implicadas unas 26 mil personas, según el informe del Tribunal Popular Supremo, entregado el lunes a los diputados reunidos en la sesión parlamentaria anual en Pekín.
El año pasado, en primera instancia, el 99.93% del total de 1.53 millones de acusados en causas penales fueron condenados, según la misma fuente.
De las 26 mil personas juzgadas por corrupción, la inmensa mayoría fueron condenadas, pero esta cifra supone un descenso de unas 3 mil condenas respecto a 2019.
En los últimos 12 meses, varios casos implicaron a altos funcionarios.
Zhao Zhengyong, ex jefe del Partido Comunista chino (PCCh) en la provincia de Shaanxi (norte), que aceptó 115 millones de dólares en sobornos, fue condenado a muerte en suspenso, una pena que suele conmutarse por cadena perpetua.
Por su parte Lai Xiaomin, antiguo jefe de un fondo de inversión que había acumulado más de 255 millones de dólares en sobornos fue ejecutado a finales de enero.
La campaña anticorrupción de Xi Jinping sancionó a al menos a 1,5 millones de dirigentes del PCCh.
La operación es sospechosa de ser utilizada también para eliminar a los opositores al jefe del Estado.