La pandemia ha golpeado fuertemente la actividad económica de América Latina y el Caribe, con serias repercusiones en el mercado laboral, lo que afectará de manera desproporcionada a los trabajadores más pobres de la región, ampliando la desigualdad social, concluyó un estudio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
En un documento titulado Habilidades digitales en la ruralidad. Un imperativo para reducir brechas en América Latina y el Caribe, el organismo no sólo plantea el problema que traerá la pandemia del Covid-19 a la región, sino que propone soluciones, entre las que destaca el impulso al desarrollo del campo por medio de innovación y herramientas tecnológicas.
Según el IICA, con base en estimaciones de organismo internacionales, la disminución de la actividad económica de la región tendrá repercusiones negativas para el mercado laboral, con un aumento del desempleo de 5.4 puntos porcentuales, al tiempo que afectará la calidad del empleo.
“Los trabajadores pobres se verán damnificados de forma desproporcionada, se ampliarán las desigualdades, en tanto la tasa de pobreza aumentó 7.1 puntos porcentuales en 2020, con 37.3 por ciento de la población afectada”, apuntó.
Asimismo, destacó que el cierre de empresas y las medidas de cuarentena presentan efectos adversos en los trabajadores más pobres y vulnerables que suelen ser informales, pues tienen empleos de baja calidad, con escasa protección social e ingresos inestables.
“América Latina y el Caribe se enfrentan a la posible pérdida de 17 millones de puestos de trabajo en el sector formal y a un aumento de la presencia de la economía informal de hasta 62 por ciento”, advirtió el organismo.
Destacó que la agricultura es una actividad central en la región, una de las pocas que se mantuvo activa de modo estable durante la irrupción de la pandemia.
No obstante, de acuerdo con el estudio del IICA, la actual crisis ocasionada por el Covid-19 resultó un catalizador de la necesidad de generar avances en esta materia para impulsar el desarrollo e inclusión de los territorios rurales, y de la agricultura, incorporando los beneficios de la digitalización.