Ciudad de México. Como parte de un balance sobre los diversos escenarios que ha enfrentado la moneda mexicana durante esta pandemia y los efectos que resentirá durante los movimientos políticos previstos para este año, Jorge Gordillo Arias, director de Análisis económico y bursátil de CIBanco, advirtió que enfrentará fenómenos como la flotación y la sensibilidad de los inversionistas, lo que puede provocar su movilización a corto plazo.
El experto explicó que, además, el peso atravesará por diversos escenarios foráneos, previstos en Estados Unidos, que también afectarán su estabilidad, por lo que llamó a ser congruentes entre los escenarios planteados al inicio de la administración y los que actualmente se están definiendo.
En entrevista, el directivo explicó que desde 1995, el tipo de cambio es de libre movimiento, para medir las distorsiones de precios principalmente en Estados Unidos, uno de nuestros dos socios comerciales. Explicó que, sin embargo, la naturaleza del peso es también de libre tránsito financiero, lo que determina que “se vuelva muy sensible a percepciones de inversionistas extranjeros y nacionales, lo que provoca que se mueva a corto plazo”.
Al comenzar la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, indicó el especialista, el tipo de cambio comenzó a tener repercusiones por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, que generó una mala percepción de los inversionistas, lo que provocó una elevación importante del tipo de cambio, y el discurso de Donald Tump acerca del T-MEC (Tratado de comercio entre México, Estados Unidos y Canadá) “que parecía cambiar de parecer a su contentillo”.
Indicó que, hasta ese momento, el tipo de cambio se iba moviendo conforme a esos dos temas, pero cuando sobrevino la pandemia del Covid-19 y llegó a Europa, todo mundo entró en pánico, los mercados financieros y los inversionistas corrieron al dólar, empezaron a vender sus pesos y “vimos al tipo de cambio moverse en niveles que no veíamos en muchos años, se fue de 18.50 hasta 26.50 pesos por dólar, es decir, más de siete pesos a principios de marzo del año pasado”.
A pesar de estos escenarios, Jorge Gordillo se mostró optimista y consideró que en la actualidad se comienzan a ver signos favorables para el peso mexicano, pues en febrero empezamos la economía norteamericana reportó buenos números, lo que significa su recuperación más rápida de lo que se pensaba, además de que el proceso de vacunación ha sido mucho más acelerado de los planes que se tenían”.
En su opinión, aunque esto haya descrito un mejor escenario, en el plano nacional las modificaciones legislativas al sector energético reportaron una incidencia en la divisa nacional, la cual podría aumentar la incertidumbre de la inversión, si se da una mala señal en el sentido de que pueden cambiar las reglas del juego.
Explicó que las empresas extranjeras signan un contrato y hacen inversiones de muchos años, pero si un nuevo gobierno cambia ese contrato, como ocurre con la Ley de Reforma Eléctrica, se puede provocar una mala percepción entre los inversionista, lo cual podría catalogar a México como un tipo de país que, “a la hora de no estar tan respaldados por los estímulos por la alta liquidez, puede jugar en contra de la moneda o al tipo de cambio”.
Advirtió que otro de los riesgos fuertes pueden ser los resultados electorales, porque si los inversionistas consideran pueden generar cambios constitucionales, “posiblemente tomen precauciones y nos pongan en un escalón diferente en los movimientos del tipo de cambio”.
No obstante, el directivo de CIBanco aclaró que la percepción de inversionistas extranjeros no tienen mucho que ver con políticas internas, “entonces lo que hay que tener en cuenta es que la moneda mexicana, casi en su totalidad, se mueve por asuntos externos y lo interno simplemente lo agrava o lo contiene”, concluyó.