Un grupo de 132 migrantes logró cruzar de Ciudad Juárez, Chihuahua, a El Paso, Texas, la noche del 4 de marzo, con el permiso para tramitar la solicitud de asilo que presentaron hace más de un año ante autoridades de Estados Unidos.
En esa ocasión, después de presentar su solicitud, el gobierno estadunidense los regresó a la frontera mexicana a que esperaran el llamado de autoridades migratorias de ese país. Los primeros 25 ingresaron el pasado 26 de febrero.
Los seleccionados acuden a una carpa, en el albergue Leona Vicario del gobierno federal, donde personal del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones, el Comité Internacional de la Cruz Roja y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia les aplican cuestionarios de salud y pruebas de Covid-19.
El consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez advirtió: “No vengan a la frontera. La frontera no está abierta. Cualquiera que afirme tener una lista para que los migrantes reclamen asilo o le dice que vaya a la frontera está tratando de aprovecharse de usted”.
En Tamaulipas se informó que tras el paso del último grupo de migrantes que vivía en un campamento de Matamoros, se comenzó la clausura del refugio que durante dos años dio cabida a solicitantes de asilo.