Cuernavaca, Mor. A dos años y 13 días del asesinato de Samir Flores Soberanes, opositor del Proyecto Integral Morelos (PIM), las declaraciones del gobernador Cuauhtémoc Blanco, como las del fiscal del estado, Uriel Carmona Gándara, son similares: que si revelaran los nombres de las personas vinculadas, provocarían “la sustracción de la justicia” de los responsables que participaron en este crimen ocurrido el pasado 20 de febrero de 2019.
Este jueves, al ser cuestionado en una rueda de prensa virtual, Carmona Gándara declaró: “en este punto de la investigación, las resoluciones que se han emitido por parte de las autoridades jurisdiccionales impiden revelar su contenido, precisamente por tratarse del sigilo judicial; si lo hiciéramos, si mencionamos los nombres de las personas que están vinculadas con este hecho, generaríamos nosotros mismos la sustracción de la justicia de las personas que tienen relación con este delito”.
La investigación del homicidio de Flores Soberanes está estancada, a pesar de que en septiembre de 2020 Blanco Bravo reveló que el fiscal Carmona ya sabía quién asesinó al activista, pero que no quería revelarlo porque tenía “miedo”.
Después de las declaraciones del mandatario, el fiscal de Morelos –designado a propuesta del ex gobernador Graco Ramírez y la legislatura anterior por nueve años– dijo en octubre de 2020 que continuaban con la investigación, “es una gran responsabilidad, es un asunto de trascendencia nacional, quizá internacional, entonces tenemos que ser muy responsables con lo que decimos, es un asunto que tiene avances, pero hay etapas de la investigación penal que no nos permite jurídicamente revelar el estado”.