Senadores de Morena rechazaron las descalificaciones de organismos empresariales a la mayoría de parlamentarios que modificó la Ley de la Industria Eléctrica y que amenazan con interponer recursos judiciales.
El coordinador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, convocó a esos grupos del sector privado que se sienten afectados a “la prudencia y la mesura”, y a agotar las instancias legales a que tiene derecho, aunque, agregó, es una “decisión histórica” en beneficio de la mayoría de la población.
En tanto, los también morenistas Martí Batres Guadarrama, Gloria Sánchez Hernández y Verónica Camino Farjat coincidieron en que el descontento de algunos de los empresarios se basa en que perderán “las reglas a modo”de sexenios pasados destinadas a las compañías que generan energía de fuentes alternativas, con las que obtuvieron de forma indebida grandes ganancias.
Batres Guadarrama resaltó que la reforma energética del sexenio de Enrique Peña Nieto, que abrió Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a la iniciativa privada, se aprobó a base de “sobornos millonarios” a los legisladores del PRI y PAN, cuyos compañeros protestaron y amenazaron con llevar a la Suprema Corte de Justicia una impugnación a las modificaciones a la Ley de la Industria Eléctrica.
Recordó que hubo una “enorme corrupción” y muchos legisladores y políticos se hicieron poderosos económica y políticamente al amparo de las llamadas reformas estructurales. Mencionó el caso del ex presidente Felipe Calderón que, al terminar su sexenio, “se fue como empleado de una de las empresas españolas energéticas a las que sirvió durante tanto tiempo”.
Por separado, la senadora Camino Farjat, que recién se incorporó a Morena, resaltó que, con el pretexto de impulsar las energías limpias, se desplazó a la CFE bajo el argumento falso de que es más barato producir electricidad con centrales renovables. Resaltó que el costo de electricidad que generan las eólicas y solares es 16 por ciento más caro al promedio mundial, además de que no pagan por el uso de la red eléctrica. Eso es lo que ya no van a poder hacer, recalcó Camino Farjat.
La senadora Sánchez Hernández puso como ejemplo la central eólica de Iberdrola que abastece a la zona de Tabasco. La española produce energía y se la vende a la CFE a 2.73 pesos por kilowatt/hora, la CFE lleva esta energía desde la central eólica a toda la región oaxaqueña con un gasto de 1.28 pesos por kilowatt/hora.
Por ello, el costo total de la energía, que llega a un hogar oaxaqueño, es de 4.1 pesos, pero los consumidores básicos la pagan en 2.33 pesos, lo que significa que la CFE sólo recupera 60 por ciento.
Así, la CFE y la Secretaría de Hacienda deben compensar la pérdida, subsidiando de manera indirecta a Iberdrola y garantizando su rentabilidad, pero esa situación es lo que se elimina de la Ley de la Industria Eléctrica. Coincidieron en que nada obliga al Estado mexicano a subsidiar a las trasnacionales eléctricas.