Ciudad de México. El acoso y hostigamiento sexual “persisten” y quedan “impunes” en los espacios de educación superior, debido a que “no existen mecanismos claros y accesibles” para combatir y sancionar esas conductas, señaló Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), quien contó que fue testigo de esta violencia de género, cuando fue estudiante universitaria.
“Cuando yo era estudiante en la Facultad de Derecho, algunos profesores se jactaban de conquistar a sus alumnas, y de que no se les escapaba una sola. Fui testigo de esto, y de muchas otras formas de acoso y hostigamiento. Situaciones como estas hoy persisten y permanecen impunes, porque no existen mecanismos claros y accesibles que garanticen la seguridad personal y la no revictimización de las mujeres que han sufrido acoso y hostigamiento dentro de los espacios de educación superior”.
Al participar en la presentación de las Directrices Generales para Elaborar e Implementar Mecanismos de Prevención, Atención y Sanción del Hostigamiento Sexual y Acoso Sexual en las Instituciones de Educación Superior, acto organizado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Instituto Nacional de la Mujeres (Inmujeres) y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Sánchez Cordero señaló que la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 “reveló que a lo largo de su vida el 25.3 por ciento de las mujeres de más de 15 años han sufrido violencia en el ámbito escolar y el tipo de violencia que más ocurre es la física y sexual, que es perpetrada en su mayoría por sus compañeros”.
Precisó que “las mujeres universitarias de nuestro país, tanto alumnas como trabajadoras, docentes, académicas y funcionarias necesitan de protocolos institucionales que atiendan cualquier tipo de violencia, con el fin de crear un ambiente armónico y seguro en estos centros de enseñanza”.
En tal sentido dijo que las “directrices que hoy se presentan establecen los ejes principales para consolidar el enfoque de género dentro de las estructuras organizadas de las escuelas de nivel superior en el país. Son la repuesta a dos de los problemas más recurrentes en el espacio universitario: el acoso y el hostigamiento sexual. No hay duda que el acoso y hostigamiento son una constante en la vida de muchas mujeres en cualquier ámbito entre ellos el de las universidades, centros e instituciones de educación superior”.
Nadine Gasman, presidenta del Inmujeres llamó a que, además de prevenir y sancionar la violencia de género en las instituciones de educación superior, se impulse la “formación del estudiantado en todos los niveles en contenidos innovadores sobre derechos humanos, igualdad de género, no discriminación y rechazo contundente a cualquier forma de violencia contra las mujeres y niñas”.
Delfina Gómez Alvarez, titular de la SEP expuso que “estas lamentable es formas en las que se manifiesta la violencia contra las mujeres requiere de acciones contundentes” y es “prioritario no tolerar ninguna forma de violencia contra las mujeres, esa transformación es un reto y obligación moral y social”.
Consideró que “la violencia de género es consecuencia de los patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad”.