A pesar que México suma seis semanas consecutivas de disminución en los contagios de la Covid-19, la “velocidad o intensidad del descenso se ha reducido en las últimas dos semanas epidemiológicas”, advirtió José Luis Alomía, director general de Epidemiología.
Agregó que entre la semana 6 (7 al 13 de febrero) y la semana 7 (14 al 20 de febrero) se detectó una menor velocidad en la reducción de casos, “lo que podría representar que este descenso que hemos tenido podría estar llegando en las próximas semanas a un nivel base, donde la curva no siga disminuyendo o al menos no de manera importante”.
Alomía, quien ayer se reincorporó de forma presencial a las conferencias vespertinas en Palacio Nacional, tras concluir su periodo de resguardo por ser contacto directo de un caso positivo de Covid-19, indicó que se podrá alcanzar un recorte importante de casos cuando se tengan cada vez menos personas susceptibles a la enfermedad.
Tras informar que los contagios por el nuevo coronavirus se incrementaron en 7 mil 521, para un total de 2 millones 112 mil 508, mientras que los decesos aumentaron en 822, con un acumulado de 188 mil 866 fallecimientos confirmados por laboratorio, explicó que la disminución de las personas susceptibles se dará tanto por aquellos que ya han pasado por la enfermedad y adquirieron anticuerpos, como por los que se irán inmunizando en las próximas semanas y meses.
Y en la medida que haya menos población susceptible, reiteró, podremos ver rebajas realmente importantes, “pero pensamos que en las siguientes semanas, de mantenerse las medidas preventivas tanto de manera individual como comunitarias, para bajar la movilidad y las congregaciones, y todos nos sumemos y las respetemos, podremos, aunque a menor velocidad de la que vimos en semanas previas, ver descensos importantes”.
Por su parte, en el contexto del Día Mundial de la Obesidad, que se conmemora cada 4 de marzo, Simón Barquera Cervera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, enfatizó que México enfrenta una pandemia de obesidad y sobrepeso, pues en los pasados 20 años este padecimiento se incrementó 42.2 por ciento.
Señaló que la pandemia de Covid-19 ha tenido efectos importantes en los estilos de vida que favorecen la disminución de la actividad física, el aumento en el consumo de comida chatarra, mayor exposición a su mercadotecnia y un aumento en la inseguridad alimentaria.
Por ello, presentó la declaratoria de profesionales de la salud en México Juntos y Sin Estigma que se expuso en un foro de más de 7 mil 500 expertos del campo de la salud, para enfrentar de forma integral su tratamiento y considerar a la obesidad como una enfermedad “compleja, multifactorial y como un factor de riesgo para desarrollar otros padecimientos”.
Al respecto, Alomía destacó que la obesidad es una de las principales comorbilidades tanto para el riesgo de desarrollar un Covid grave, como para elevar la probabilidad de un deceso, pues la obesidad también afecta la capacidad respiratoria, ya que disminuye el espacio del diafragma para una adecuada expansión de los pulmones.
En cuanto al monitoreo del nuevo etiquetado frontal de alimentos, Barquera Cervera indicó que entre los primeros hallazgos está que cientos de productos alimenticios se han reformulado para poder eliminar sellos de advertencia, “por lo que constatamos que no era cierto eso que nos decían que reformular productos llevaba años, y que por eso necesitaban más tiempo, cuando se ha logrado en pocos meses”.