Ciudad de México. El ex titular de la Oficialía Mayor de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Armando Morales Loya, dejó su puesto hace un par de semanas por estar inconforme con la manera en que se está manejando el organismo público en términos generales, y en particular por la influencia que tiene su secretario ejecutivo, Francisco Estrada Correa.
Así lo indicó una fuente cercana al tema, quien señaló que la salida de Morales –sustituido por Ángel Gómez Garza—ha dado pie a una serie de “despidos injustificados” no sólo en la Oficialía Mayor, sino también en las direcciones generales de Recursos Materiales y de Tecnologías.
Bajo condición de anonimato –por temor a sufrir represalias–, el entrevistado afirmó que tras la renuncia de Morales han sido despedidos “de un día para el otro” alrededor de 30 empleados de esa misma oficina, entre ellos directores y subdirectores de área sin ningún tipo de justificación.
El contador público “salió porque ya no estaba de acuerdo con lo que estaba pasando en la Comisión y también por las decisiones que toma Estrada. Después de que se fue empezaron a despedir a toda la gente que estaba debajo de él”, dijo.
De acuerdo con la fuente consultada, las anteriores salidas se suman a muchas otras en los departamentos de Tecnologías y Recursos Materiales –las cuales fueron “desmanteladas”–, para sumar un total de alrededor de 340 “despidos disfrazados de renuncias” desde la llegada de la ombudsperson Rosario Piedra Ibarra.
Asimismo, aseguró que quien decide este y otros aspectos al interior de la CNDH es Francisco Estrada, a quien señaló como el responsable de alentar una política de temor e inestabilidad laboral.
“La situación está muy complicada porque todo mundo dice ‘hoy estás, mañana a lo mejor no’. No hay certidumbre y están despidiendo gente en plena pandemia. El que hace, deshace y pone a la gente es él (Estrada), no la presidenta. Ella no se mete para nada”, indicó.
Este diario le solicitó a la CNDH un posicionamiento con respecto a las anteriores afirmaciones, pero hasta el momento no ha obtenido respuesta.
En puerta, la salida de otro visitador general
Por separado, otra fuente cercana a la Comisión le indicó a La Jornada que la semana anterior la ombudsperson le solicitó su renuncia al director general de la Cuarta Visitaduría, Javier López Sánchez, quien en los próximos días podría dejar su cargo.
Consultados sobre el tema, responsables de la CNDH confirmaron que la salida de López sí tendrá lugar, pero acotaron que el funcionario “se va en muy buenos términos”.
De concretarse, esta sería ya la quinta ocasión en que un encargado de las visitadurías generales deja su puesto desde la llegada de Rosario Piedra Ibarra.
Como se informó en este diario, en agosto de 2020 el entonces titular de la Primera Visitaduría de la CNDH, José Martínez Cruz, renunció a su puesto por desavenencias con Francisco Estrada Correa, a quien señaló como un personaje que se ha “extralimitado” en sus funciones.
También en agosto del año pasado, Edgard Sánchez Ramírez, ex encargado de la Sexta Visitaduría, dejó su cargo a través de una carta donde aludió a “tensiones y diferencias” en el seno del organismo, que se sumó a un “giro” en la orientación de la CNDH “al que siempre nos opusimos”.
El lugar de Sánchez Ramírez fue ocupado por Alexander Francisco Brewster Ramírez, quien dejó su puesto en diciembre de 2020, luego de que se revelara que había presentado un currículum con referencias laborales que no correspondían a la verdad.
Apenas el martes pasado la encargada de la dirección de la Quinta Visitaduría, Elizabeth Lara Rodríguez, también renunció, sin que hasta el momento haya explicado los motivos de su salida. Su puesto fue ocupado por Raúl Arturo Ramírez Ramírez, quien se desempeñaba como coordinador de la Oficina Regional de la CNDH en la ciudad de Nogales, Sonora.