Ciudad de México. Las críticas que el pasado 23 de diciembre externó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina en Palacio Nacional contra la alianza opositora fueron consideradas legales y que no violentaron las restricciones del artículo 134 constitucional, por el uso indebido de recursos públicos, promoción personalizada o injerencia en el proceso electoral, determinaron por mayoría dividida los magistrados de la sala especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Con una mayoría de dos a uno consideraron infundado el recurso promovido por el PRD contra el jefe del Ejecutivo bajo el argumento de que las conferencias matutinas son espacios de rendición de cuentas, favorecen el acceso a la información y alientan el debate sobre temas públicos. Los magistrados Luis Espíndola y José de Jesús Lara coincidieron en que López Obrador no aludió expresamente a un contendiente y se refirió a una alianza que entonces sólo era un proyecto “de realización incierta”.
Posiciones partidistas
Sólo la magistrada Gabriela Villafuerte estimó que las posturas del Presidente incurrían en los supuestos que restringe la legislación electoral. A su juicio, si bien las afirmaciones de López Obrador, de llamar a gobernadores y funcionarios a ceñirse a la legalidad en el proceso electoral, son loables y favorecen el correcto desarrollo de los comicios, también lo era el hecho de que en sus declaraciones, motivo de la queja del PRD, el mandatario asumía posturas partidistas.
La magistrada Villafuerte señaló que de los posicionamientos presidenciales se desprendían “claras coincidencias” con la postura que asume su partido, Morena, en diversos espots. De igual forma, aseguró que, si bien los periodistas tienen plena libertad para el ejercicio de su tarea, en este caso las preguntas alusivas a la alianza opositora que motivaron la descalificación de López Obrador provinieron de un reportero del Sistema Público de Radio y Televisión, lo cual también era un elemento a considerar para resolver la inconformidad perredista.