El próximo domingo vence el plazo que un juez federal –con sede en el Reclusorio Norte– otorgó a la Fiscalía General de la República (FGR) para concluir la investigación complementaria contra Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex.
Lo anterior, para poder agendar la audiencia intermedia en la que el Ministerio Público Federal (MPF) podrá formalizar las acusaciones en su contra por los sobornos que recibió de la empresa brasileña Odebrecht y por la compra con sobreprecio de la empresa Agronitrogenados.
En este momento, el ex funcionario tiene una medida cautelar que le permite enfrentar en libertad los juicios por operaciones con recursos de procedencia ilícita, cohecho y ejercicio indebido del servicio público.
Juicio abreviado y pena mínima
Durante la audiencia intermedia, la cual dependerá de las medidas sanitarias impuestas por el Consejo de la Judicatura Federal, la defensa pedirá, en acuerdo con el MPF, que se le realice un juicio abreviado y solicitar la imposición de una pena mínima por los delitos que se le imputan, luego de que se corrobore si los datos que ha aportado a la autoridad sirven para sancionar a otras personas involucradas en delitos de mayor impacto relacionados con sobornos entregados por Odebrecht.
Lozoya Austin se allanó a la extradición de España a México en julio del año pasado, luego de llegar a un acuerdo con la FGR respecto de un criterio de oportunidad para convertirse en testigo colaborador, lo que ha servido para que la FGR integre carpetas de investigación –que están en curso– contra ex legisladores y otros ex funcionarios públicos.
La primera acusación en su contra deriva de las pruebas que obtuvo el MFP y que lo señalan como responsable de haber recibido 10.5 millones de dólares de la constructora Odebrecht a cambio de relacionar políticamente a los representantes de la compañía con políticos mexicanos y beneficiarla con contratos de Pemex.
La segunda causa penal derivó de una denuncia de la empresa productiva del Estado, en la cual se refirió que durante la gestión de Lozoya Austin la petrolera adquirió Agronitrogenados a Altos Hornos de México, entonces propiedad de Alonso Ancira, a un sobreprecio de más de 200 millones de dólares.