Nairobi. Traficantes de personas obligaron a decenas de migrantes a saltar al mar y al menos 20 murieron el miércoles durante la travesía entre Yibuti y Yemen, informó ayer la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
“Los supervivientes creen que murieron como mínimo 20 personas. Cinco cuerpos han sido hallados” en las costas de Yibuti, declaró a la Afp Yvonne Ndege, portavoz de la OIM para África del este y el Cuerno de África.
Los supervivientes, que la OIM acogió en la ciudad yibutí de Obock, explicaron que al menos 200 migrantes se habían subido al barco que zarpó de Yibuti el miércoles por la mañana para intentar cruzar el estrecho de Bab el Mandeb.
“Treinta minutos después, los traficantes obligaron a unas 80 personas a lanzarse al agua”, precisó la organización en un comunicado. Solamente unas 60 lograron volver a tierra, añadió Ndege.
“Trabajamos estrechamente con las autoridades yibutíes para ayudar a los migrantes, pero la tragedia del miércoles es una prueba suplementaria de que hay criminales que continúan explotando a personas dispuestas a todo para mejorar sus condiciones de vida”, añadió Stéphanie Daviot, responsable de la OIM en Yibuti.
“Los traficantes de personas deben ser enjuiciados por sus delitos, y deben establecerse nuevas vías de migración que permitan a las personas buscar oportunidades de trabajo en el extranjero de forma segura, legal y digna”, afirmó.
El estrecho de Bab el Mandeb (“puerta de los lamentos” en árabe) es preferido por los migrantes a causa de su recorrido más corto (30 kilómetros) respecto del resto del Golfo de Adén o del mar Rojo.
Por otra parte, en Yemen, que sufre una guerra civil desde hace seis años, “miles de migrantes están bloqueados”, indicó la OIM, al añadir que “muchos se enfrentan a peligros extremos, a la explotación y/o abusos”.
El organismo señaló que las restricciones en los desplazamientos debido a la pandemia de Covid-19 han reducido “drásticamente” las travesías: 37 mil 500 personas pasaron en 2020, contra unas 138 mil en 2019.
“En enero de 2021, más de 2 mil 500 migrantes llegaron a Yemen desde Yibuti, y el temor es que, aunque las restricciones son más flexibles, más personas esperan para poder cruzar, lo que aumenta las posibilidades de futuras tragedias”, indicó la OIM.
Este caso es el tercero constatado por el organismo de la ONU en los pasados seis meses. En octubre, ocho migrantes etíopes murieron en circunstancias similares y otros 12 fueron declarados desaparecidos.
Grecia expulsa al mar a solicitantes de asilo
Dos adolescentes solicitantes de asilo fueron sacados de un campo de refugiados en Grecia, llevados al mar en un barco de guardacostas y abandonados a la deriva en un bote, informó ayer el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Las autoridades turcas encontraron a dos adolescentes afganos, de 15 y 16 años, remando con las manos cerca de Kusadasi, en la costa turca, el 9 de septiembre pasado, después del presunto “rechazo” a la práctica de expulsar de la frontera a solicitantes de asilo.
Su caso marca el más reciente informe de solicitantes de asilo que desembarcan en busca de refugio para sólo, supuestamente, ser devueltos en botes y dejados a la deriva. El menor de los adolescentes, identificado como R, presentó una denuncia contra Grecia ante el TEDH.
El ministro griego de Migración, Notis Mitarachi, aseveró que las acusaciones son “parte de una estrategia más amplia de noticias falsas promovidas por Turquía mediante ciertas organizaciones no gubernamentales y redes de contrabandistas”. Sin embargo, activistas, organizaciones no gubernamentales y abogados han presentado pruebas que incluyen fotografías y videos de refugiados que son devueltos al mar.
Los defensores refieren que los menores llegaron con otros 16 solicitantes de asilo afganos a la isla griega de Samos el 8 de septiembre, procedentes de Turquía. Imágenes vistas por The Independent parecen mostrar a uno de ellos en el centro de procesamiento de refugiados de Vathi. Los residentes del campamento les ofrecieron comida y un lugar para dormir, pero al parecer fueron detenidos al día siguiente después de presentarse ante funcionarios, incluido un oficial de policía, cuando intentaban solicitar asilo.
Los abogados dicen que a los dos niños les dijeron que los llevarían a cuarentena, pero los metieron en un automóvil, los llevaron al puerto y los subieron a un barco de la guardia costera, donde los esposaron. Fueron amenazados y les confiscaron sus teléfonos y pertenencias personales antes de ser llevados al mar y abandonarlos en una balsa salvavidas sin medios para impulsarse, señala la demanda.
Niamh Keady-Tabbal, investigadora de Global Legal Action Network, que presentó la denuncia en nombre del adolescente, señaló a The Independent: “Esta es una práctica sistemática en este momento. Comenzó en marzo (de 2020), pero acaba de continuar desde entonces y ha sido muy, muy extensamente documentado”.
El mes pasado, representantes en Bruselas instaron a la comisaría europea de Asuntos Internos, Ylva Johansson, a abordar el problema después de informarse que 13 solicitantes de asilo, incluidas tres mujeres y cinco niños, fueron sacados de un campamento en Lesbos por oficiales armados y devueltos al mar.