Viena. Europa abandonó ayer el proyecto de resolución contra Irán que iba a presentar ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), un gesto de buena voluntad recibido con satisfacción por Teherán.
Con el apoyo de Estados Unidos, pero rechazada por Rusia, esta iniciativa de Alemania, Francia y Gran Bretaña condenaba la decisión iraní de suspender determinadas inspecciones vinculadas a su programa nuclear. El texto no será sometido a la votación del Consejo de Gobernadores, reunido esta semana en Viena, señalaron a Afp distintos diplomáticos.
“La decisión de suspender la resolución la tomamos anoche (antenoche) a última hora”, indicó una fuente francesa, mencionando “señales alentadoras” de los iraníes.
“Esto no habría sido posible de no mantener la amenaza de resolución hasta el final”, afirmó, en tanto se reserva la posibilidad de “solicitar una reunión extraordinaria de los gobernadores” en caso de que no concretase los avances.
Teherán recibió esto con satisfacción, que “puede mantener abierta la vía de la diplomacia comenzada por Irán y el OIEA”, de acuerdo con un comunicado del portavoz de Relaciones Exteriores iraní, Said Jatibzadeh.
“Irán espera que los participantes en el acuerdo (de Viena) aprovechen esta ocasión con una cooperación seria, con el objetivo de garantizar la puesta en marcha plena del acuerdo por todas las partes”, añadió.
“Ganó la sabiduría”
Rusia también se alegró. “Ganó la sabiduría”, declaró el embajador ruso ante el OIEA, Mijail Ulyanov.
Esta noticia revitaliza la posibilidad de mantener una reunión informal, probablemente dentro de una o dos semanas, en Bruselas, con la presencia de Estados Unidos, que abandonó el acuerdo en 2018, aseveró el diplomático europeo.
Estados Unidos acogió también con satisfacción la decisión, sostuvo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. “Esperamos con mucho interés que los iraníes acepten dialogar para alcanzar progresos concretos y creíbles”, añadió en conferencia de prensa.
Entre los progresos constatados, Irán convino comenzar un proceso de “reuniones técnicas” con el OIEA para “aclarar varios asuntos pendientes”, enfatizó ayer el director general de la agencia nuclear de la ONU.
“Finalmente pudimos acordar un proceso de análisis en profundidad” respecto a “casos concretos” que creaban problemas, declaró a la prensa Rafael Grossi.
Desde hace varios meses, el OIEA ha expresado su inquietud respecto a la posible presencia de material nuclear en varios sitios no declarados.
Irán anunció en febrero que comenzó a producir uranio metálico para proveer a su reactor de investigación en Teherán, excediendo los límites acordados en Viena en 2015.
Se trata de un asunto delicado, puesto que este material puede utilizarse para la fabricación de armas nucleares, aunque la república islámica siempre negó aspirar a desarrollar la bomba.
El “plan de acción global común”, también firmado por China y Rusia, ha pendido de un hilo desde la retirada estadunidense en 2018 por decisión unilateral de Donald Trump, y el restablecimiento de sanciones.
Su sucesor, Joe Biden, ha prometido regresar al acuerdo si Irán vuelve a cumplir con su parte del contrato. No obstante, Teherán exige de antemano el levantamiento de las medidas que asfixian a su economía.